Los efectos del coronavirus se notan en la economía. Si en un primer momento fue la parada en la producción en China lo que puso en peligro la llegada de stock a algunas fábricas, posteriormente ha sido el desabastecimiento de materiales de Italia.
A esto se han sumado las recomendaciones de limitar los movimientos las que están teniendo su efecto en el tejido empresarial. Además, las medidas que se están tomando para cerrar todos los establecimientos que no sean de alimentación, farmacias, gasolineras o estancos también afectarán a la restauración y el ocio.
Las compañías de transporte o del sector turístico empiezan a notar los efectos de una crisis que puede prolongarse en el tiempo afectando a temporadas turísticas como la Semana Santa, después de que Valencia ya haya cancelado Las Fallas. Mientras que las empresas cuya actividad depende de los colegios, como empresas de actividades extraescolares, de transporte de estudiantes o comedor también están viéndose afectadas.
Entre las medidas económicas que anunció el presidente del Gobierno está la moratoria de seis meses para pymes y autónomos para que puedan retrasar el pago de sus tributos, esto permitiría según sus cálculos una burbuja de oxígeno de 14.000 millones de euros. Junto a esta propuesta, el Ejecutivo ha aprobado líneas de crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por 400 millones de euros destinados al sector del transporte y turismo.
A pesar de estas medidas, hay compañías que no podrán afrontar la crisis abierta. Por lo que sindicatos y patronal pidieron la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para poder hacer frente a la crisis, que los trabajadores puedan cobrar el paro y las empresas no se vean abocadas al cierre.
En este contexto, ya hay varias compañías de distinto tamaño que han anunciado despidos o que tomarán medidas con el empleo.
Algunos ejemplos son: el fabricante japonés Fujitsu ponía en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en su planta de Málaga, según recogía Economía Digital. Esta medida afectó a 336 trabajadores, lo que supone prácticamente la totalidad de la plantilla. La falta de componentes ponía en apuros la cadena de producción y la fabricación se paraba.
Otro caso es el de Nissan que ha decidido parar la producción en la planta de Barcelona, según informa Cinco Días que cita a fuentes del sector. Desde las 17:00 de la tarde del viernes la compañía suspende la actividad y manda a los trabajadores a casa por la falta de neumáticos por la crisis del coronavirus.
Así es enorme la lista, entre las cuales se encuentran las de Aerolíneas que al tener suspendidos todos los vuelos se encuentran en una situación crítica.
