Por un drástico plan de reestructuración, el banco Santander, en España, recortará 3700 empleos y cerrará 1150 sucursales. La entidad informó que aspira a que los despidos no sean traumáticos y adelantó que ofrecerá indemnizaciones altas y prejubilaciones aunque deberá negociar con los sindicatos.
La noticia no deja de ser sorpresiva porque es el banco más importante del país ibérico y obtuvo ganancias por 1840 millones de euros en el primer trimestre de 2019. Para la Confederación Sindical de Comisiones Obreras es «preocupante» la cantidad de personas que quedarán en la calle, una «una verdadera barrabasada». El análisis es compartido por UGT, que añade que los clientes la entidad bancaria no los perderá y muchas tareas deberán se realizados por menos trabajadores.
«La digitalización avanza pero la atención al público sigue siendo necesaria e importante», establecieron los colectivos gremiales, preocupados por la situación. La negociación comenzó el 6 de mayo y el próximo 16 se llevará a cabo una reunión en la que la compañía dará a conocer un informe técnico justificando el ajuste de plantilla del personal.
Vale destacar que Santander cuenta con presencia en Latinoamérica, Estados Unidos y el Reino Unido, y en 2018 absorbió al banco Popular. En Argentina, opera como Santander Río, nombre que surgió de la función con el Banco Río de La Plata. Cuenta con 464 sucursales, más de 3 millones y medio de clientes y tiene 8.900 empleados en 22 provincias.
