La pérdida de poder adquisitivo en la clase media hace que, cada vez más familias se vean obligadas a dejar la educación privada y debutar en la educación pública, cuestión que ha puesto en jaque al sector que se encuentra al rojo debido al aumento de la morosidad, la caída de las matrículas y la inflación de 52% anual que eleva los costos hasta niveles “imposibles” de sobrevivir.
Tanto los padres como los mismos colegios comparten una situación muy compleja: a pesar de que alrededor del 75% de las escuelas de gestión privada reciben subsidios del Estado, los colegios están comenzando a advertir un escenario de endeudamiento que puede complicar la sustentabilidad de algunas instituciones.
Del informe se destaca que la mayoría de los chicos que abandonan las escuelas privadas es por un factor económico, señalan desde la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra). Aunque aclaran que no hay una «estampida de matrículas» o una «situación de pases permanentes», en contraste con lo que sucedió durante la pandemia, cuando la falta de presencialidad motivó una fuerte caída de alumnos, especialmente en el sector inicial.
En 2020, con la pandemia y la falta de presencialidad, la matrícula en escuelas privadas cayó alrededor de un 10%, marcando el quiebre tras más de una década de crecimiento del sector. Hoy en pleno 2021, ya con la vuelta a las aulas y a punto de finalizar el ciclo lectivo, el otro problema que preocupa es la “morosidad”.
Hasta ahora las escuelas han priorizado mantener a los chicos en las aulas, la expectativa está en qué sucederá cuando se renueven las matrículas del próximo año ya que la morosidad se ha duplicado y alcanza hasta un 15%.
Además de las negociaciones particulares con las familias, las escuelas también están enfrentando ajustes en otras áreas: «Todo lo que es innovación tecnológica, renovación de infraestructura y demás, se está postergando porque no se pueden encarar proyectos de mucha infraestructura con esta situación», explica Lentijo.
En este contexto, la retracción de la ayuda oficial en comparación con el 2020 –aunque el Repro se mantiene vigente, ha complicado la situación de las escuelas, que a través de distintos planes de pago intentan recuperar la mora que presentan.