Enojado con los empresarios, Sica les endilgó la suba de la “inflación”

El ministro de la Producción y el Trabajo, Dante Sica, volvió a dejar traslucir el fastidio que tiene el Gobierno con algunos sectores industriales que no contemplan las subas de precios y que funcionan de forma cerrada y corporativa generando inflación.

No alcanzó con eso, indignado dijo que “hay empresarios que no se animan a pelearse con los gremios y después vienen a pedir beneficios fiscales”.

“Con la economía cerrada, muchos sectores empresarios se hicieron socios de los sindicatos”, disparó el funcionario en una charla que brindó organizada por el Rotary Club de la Ciudad donde comentó que ese grupo de empresarios “no pone el suficiente empeño en defender sus intereses sectoriales ante los gremios cuando se negocian las paritarias. Luego se dan vuelta y vienen a pedir subsidios al Estado”, agregó el ministro quien les pidió que al menos “hagan un mea culpa”.

El enojo tiene que ver con las trabas que encontró  a lo que él entiende “como una modernización laboral”. Cuando propuso hace unas semanas avanzar en reformas a las leyes laborales, respecto a la reformulación de las indemnizaciones por despido, por ejemplo, varias entidades rechazaron de plano la idea.

Y la idea de una protesta con la Confederación General del Trabajo (CGT) que pueda aunar a todos los sectores del sindicalismo es algo que al ministro tampoco le hace la menor gracia.

El funcionario profundizó sus críticas hacia el modelo de protección de mercado interno, del que Roberto Lavagna puede ser un gran intérprete, que también genera ciertos resquemores en los actores del gobierno de Cambiemos.

Frente al cuestionamiento por altas tasas, el ministro observó que resulta “impensable” que las tasas de interés, que treparon por encima del 64% anual, en el caso de las Leliq, se puedan mantener por largo plazo. “Estamos tratando de estabilizar la economía”, justificó el ministro, quien no obstante señaló que “estas tasas tienen que seguir” hasta que se logre el objetivo.

Lo que sí generó verdadera temperatura fue cuando desde una mesa alejada un rotario molesto consideró que el funcionario estaba haciendo “piripipí”. “Es muy fácil decirlo con una planilla de Excel sobre la mesa, pero esta gestión se tiene que hacer todos los días”, retrucó molesto Sica.