Un estudio nacional de la encuestadora Analogías confirma un apoyo inédito al presidente Alberto Fernández en el contexto de la pandemia de coronavirus, al tiempo que un apoyo masivo a las medidas de emergencia definidas por el gobierno y una clara mayoría a favor de la suspensión del pago de la deuda y de que el Estado asuma roles de producción y distribución de productos esenciales si las empresas privadas continúan especulando con los precios. La encuesta fue realizada el pasado 23 de marzo por vía telefónica, sobre 2.308 casos en las 24 provincias, respetando los parámetros censales de sexo, edad, nivel educativo y distribución por localidad.
La evaluación general del gobierno de Fernández es de aprobación en un 79,2% de los caos y de apenas un 8,4% de reprobación, mientras que la imagen positiva del propio Presidente llega a un 93,8% (muy buena 50,2, bueno 28, regular bueno 15,7) con sólo de 4,8% de imagen negativa (regular malo 2,6, malo 1,5, muy malo 0,7).
Ante la pregunta de si escucha y ve los mensajes del presidente en cuanto a las medidas tomadas en relación con la pandemia, el 93,6% de los consultados afirma que le interesan (mucho 71,9 y bastante 21,7%), mientras que sólo 5,6% sostiene que le importan poco y nada. Respecto de la posible extensión de la cuarentena luego del próximo 31 de marzo, el 72,7% se manifestó a favor, mientras que un 10,4% opinó por la negativa.
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Hasta el momento, las medidas adoptadas por el Gobierno nacional para tratar de “aplanar la curva” de contagios del coronavirus, cuentan con una alta aprobación social, que coincide con una expectativa optimista sobre sus resultados y la eventual mejora de la situación sanitaria en los próximos 30 días. Un 94,7% de los encuestados se manifestó de acuerdo con las medidas, mientras que sólo un 4% sostuvo estar en desacuerdo.
El alto optimismo se mantiene al consultar por la efectividad de las medidas para “frenar” o “ hacer menos grave” la epidemia, con un 81,9% que cree que impactarán mucho o bastante y un 14% que considera que poco o nada. Las opiniones se manifiestan algo más divididas al preguntar por las expectativas respecto de la situación sanitaria en 30 días, con un 64,7% que cree que va a estar mejor y un 26,2% que anticipa un empeoramiento.
Más claramente polarizadas aparecen las respuesta en cuanto al cumplimiento efectivo de las normas de prevención del conjunto de la sociedad, aunque el balance sobre el cumplimiento individual de los encuestados es casi plena. Un 50,9% de los consultados cree que en general se están respetando las normas de prevención y el aislamiento, mientras que un 47,5 cree que no es el caso. El consenso retorna al consultarse sobre el impacto de la pandemia en la salud de la población en general, con un 92% que cree que impactará mucho/bastante y un 7,4% que cree que poco/nada. En cuanto al cumplimiento individual y de su gente cercana, el 95,2% afirma está respetando las reglas y apenas un 4,2% reconoce no estar haciéndolo. En relación con la aplicación del Código Penal para la violación de las normas de aislamiento es abrumadora, con un acuerdo del 94,8%.
En cuanto a los recursos del sistema de salud para enfrentar la crisis, sólo un 28,6% de los encuestados considera que está en condiciones, mientras que el 66,7% no lo considera preparado para afrontar el impacto de la pandemia. Así, el 82,1% cree que el Estado debe destinar más dinero a la atención de la crisis, mientras que el 9,3% se opone.
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Ante la pregunta sobre qué sectores sociales se verán más afectados por la epidemia, las opiniones estuvieron divididas, con un 39,5% que cree que los más golpeados serán los más pobres, un 39,3 que piensa que impactará a todos por igual, un 12,6 que cree que la principal víctima será la clase media y un 5,2% que espera que sea el sector de más altos ingresos.
La absoluta mayoría de los encuestados (87,1%) cree que los empresarios están “especulando” con los precios (mucho o bastante) mientras que menos del 10% considera que no lo están haciendo. En ese marco, se manifiesta una mayoritaria posición a favor del rol del Estado como garante de la producción y distribución de bienes esenciales, así como el único capaz de garantizar la estructura sanitaria necesaria. Un 82,1% de los consultados cree que “el Estado debe tomar el control de la producción y distribución de los bienes esenciales si los empresarios especulan con los precios”, apenas un 13% de oposición. El 67,8% considera que en situaciones de riesgo sanitario es el Estado el que puede garantizar la salud pública, mientras que un 8,4% apuesta por el mercado.
Consultados por la perspectiva económica para los próximos dos años, el 50% espera una mejoría mientras que un 39,4% ve un escenario peor. Casi el 90% cree que la pandemia “va a afectar negativamente a la economía argentina” y un 81,8% se manifiesta de acuerdo con que nuestro país posponga “hasta nuevo aviso todos los pagos de la deuda externa”. También más del 80% se manifestó a favor de que el Estado subsidie “a los cuentapropistas y monotributistas que no pueden trabajar en estos días de cuarentena”.
Finalmente, la encuesta mostró una gran valoración de la coordinación entre gobierno y oposición en el marco de la crisis sanitaria, con un 78,3% de los consultados sosteniendo que los gobernadores y la oposición se están alineando correctamente con el oficialismo y con casi un 75% que cree que en el contexto de la crisis ha desaparecido la así llamada “grieta”.
