En tanto se sostenga el ancla salarial, la baja de la inflación no implica una recuperación del consumo

Pese a las afirmaciones oficiales respecto de sus éxitos económicos y la reactivación de la industria y del consumo, las estadísticas siguen proporcionando desmentidas a ese optimismo. El relativo éxito del Gobierno en la lucha contra la inflación se apoya en la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, lo que se traduce en un notorio desplome del consumo, que no logra recuperarse a más de un año del inicio de la gestión de Javier Milei.

De acuerdo con datos de la consultora Scentia, durante todo el año pasado las caídas mensuales en el consumo masivo rondaron el 20% y a inicios de este año se confirmó un nuevo retroceso de entre 5 y 7% en términos interanuales (en la comparación con enero 2024, que ya había marcado una caída de 3,8%). En diciembre se registró una caída interanual de 18%, acumulando una retracción de 13,9% durante todo 2024 (lo que explica la crisis y el cierre de numerosos comercios y PyMEs).

Para la consultora, la baja del consumo masivo se sostendrá durante todo el primer semestre, mostrando recién alguna recuperación interanual a partir de abril, que se explica por los bajísimos niveles del consumo en el año pasado, meses después de la gran devaluación con la que el oficialismo arrancó su gestión.

Expertos de la consultora destacaron que “sigue muy ensanchado el gap ingresos-inflación, y aunque se recuperen los salarios, va a tomar muchos meses que se achique esa diferencia, la cual fue de casi 30 puntos entre 2023 y el primer semestre de 2024”. Con el poder adquisitivo de los salarios en su punto más bajo de las últimas décadas, ni siquiera las promociones, ofertas y cuotas sin interés logran una recuperación en las ventas.

El Gobierno espera una inflación menor al 2,5% para del mes de enero 2025 que dará a conocer el Indec este jueves (aunque el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires registró un incremento de 3,1% para el primer mes del año, porque ponderan de otra manera los aumentos), lo que marcaría un retroceso respecto del 2,7% de diciembre y una de las cifras más bajas del año. Sin embargo, ni siquiera este nuevo retroceso anticiparía una posible recuperación del consumo, en tanto el oficialismo sigue apostando a poner un techo salarial a las paritarias para que cierren por debajo de la inflación, amenazando con que la Secretaría de Trabajo no homologará las que superen esa pauta.