En medio de un dólar que no encuentra su techo, los datos del Indec revelan una triste realidad para el bolsillo. En los primeros 6 meses del año la inflación fue del 16% y los salarios aumentaron el 9,2% , que representa una pérdida de 6,8 puntos, o lo que es lo mismo un 5,9% menos.
Pero el instituto de Estadística y Censos brindó otros datos, también desalentadores: el empleo no registrado sufrió una caída del: – 10,4%. El empleo público cayó -6,4% y en el sector privado el descenso fue de 3,6%.
De estos datos surge paralelamente el incremento en los niveles de pobreza ya que tienen una relación directa, y además porque muchos trabajadores estaban ganando en el límite de la canasta de pobreza. Se suma otro dato que lo hace aún más angustiante: los asalariados “en negro” ganan hasta un 50% menos que el resto de los trabajadores y en proporción, están siendo más castigados por la suba de los precios.
En ese sentido hay que tener en cuenta también que los precios donde se trasladan mayormente es a alimentos, con lo cual la canasta familiar de los trabajadores sufrió un fuerte impacto en los últimos meses, empujada también por un dólar que superó los $41 y aun no encuentra su equilibrio.
El Informe del Ministerio de Trabajo que conduce Jorge Triaca, consignó también que en junio volvió a caer el empleo registrado, acumulando en la primera mitad del año 106.600 ocupaciones menos.
Si se toman los índices de los últimos 12 meses, la caída es menor y alcanza al 5%. En promedio, los salarios subieron el 22,9% contra una inflación del 29,5%. También en la medición interanual, los más golpeados son los asalariados no registrados ( -6,3%), los del sector público ( -6,9%) y los asalariados privados (-3,5%).