De acuerdo con los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) el problema de la informalidad laboral viene agravándose aceleradamente desde el inicio del Gobierno de Javier Milei. Durante el último año, la cantidad de trabajadores asalariados informales creció del 42% al 43% (lo que implica que más de 132 mil personas cayeron en la informalidad laboral).
Durante el segundo trimestre de 2023 se registraron 12.874.000 trabajadores asalariados, con 7.434.000 registrados formalmente y otros 5.440.000 cumpliendo sus tareas en la informalidad, sin gozar de los mismos derechos y coberturas que los registrados. Un año más tarde se confirma una reducción global de la cantidad de asalariados, que pasó a 12.859.000 (15 mil menos en la cifra total, con un año de crecimiento poblacional en el medio), dentro de lo que se registró una caída de 147 mil puestos de trabajo formales (dando cuenta de la severa recesión industrial) y un aumento de la informalidad, con 132 mil nuevos trabajadores en estas condiciones.
Como confirman varias encuestas, incluyendo una reciente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), da cuenta de que en la mayoría de las áreas de la industria manufacturera PyME hay entre un 10 y un 30% de las empresas que ya sufren problemas para pagar los salarios (especialmente en el sector textil y de indumentaria). Esto en muchos casos llevó a optar por despedir a los trabajadores formalmente registrados y reemplazarlos por trabajadores “no registrados” (aprovechando también que el Gobierno redujo las sanciones para este tipo de infracciones.
Esta dinámica no sólo genera desigualdades y una desprotección laboral para millones de trabajadores sino que también, con cientos de miles de aportes previsionales menos, se profundiza el desfinanciamiento del sistema jubilatorio nacional, lo que en el corto o mediano plazo se traduce en una insustentabilidad del esquema previsional de conjunto.
El sector donde se ubica el mayor promedio de trabajo informal es el de servicio doméstico, que de las 1.580.000 personas que realizan estas labores apenas cuenta con 474 mil registradas (un 70% trabaja en la informalidad). En la construcción se cuentan 385 mil personas registradas y 567 mil informales (60% de informalidad) y en la agricultura de los 825 mil integrantes del sector, apenas 481 están blanqueados (58% informales).