En el marco del desplome de la inversión, la construcción no confía en las promesas de Caputo

Mientras el escenario económico continúa sintiendo cada vez con mayor fuerza el impacto de la recesión provocada por el Gobierno de Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo promete eliminar hasta el 90% de los impuestos que pagan las empresas. Pero la producción, las ventas y el empleo siguen en caída libre y las inversiones registran un declive continuo que marca una grave falta de confianza en las promesas oficiales.

Según un Índice de la consultora Orlando J. Ferreres (IBIM-OJF), la inversión en nuestro país sigue cayendo, con un retroceso del 23,4% en mayo, en términos interanuales, y de 21,1% en los primeros cinco meses del año. La inversión mensual argentina en dólares se estima en USD 6.692 millones, una cifra muy baja para financiar el prometido rebote productivo con el que insiste el Gobierno. El desplome de la inversión se manifestó con claridad en el rubro maquinaria y equipos, que cayó un 23,0% ia en mayo y un 16,5% desde inicios de año (con una mayor caída de los equipos importados), pero donde queda palmariamente claro el retroceso es en la construcción, que se contrajo un 23,7% interanual y un 24,8% durante el primer cuatrimestre de 2024.

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Este importante retroceso se vincula tanto con la recesión económica generalizada como con la decisión oficial de paralizar la obra pública, lo que por supuesto también se tradujo en una masiva pérdida de puestos de trabajo. Según denunció la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), ya son más de 150 mil los puestos perdidos en el sector, de manera directa e indirecta. Y fue precisamente en un evento del sector, la convención anual que organiza la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), donde Caputo intentó amortiguar las críticas empresariales con promesas de rebajas de impuestos a futuro.

Este martes el titular de Economía participó del evento para reclamar un mayor apoyo empresarial al modelo económico del Gobierno nacional, prometiendo recortar al 90% los impuestos existentes en algún momento futuro: «Entre los reclamos que nos hacen, siempre nos piden que bajemos impuestos. Claro que nos gustaría bajar impuestos, pero eso tendría una consecuencia inmediata, nos llevaría de vuelta al déficit y a la necesidad de financiarlo. Si arrancamos de esa manera, van a decir que volvimos a lo de antes».

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En el mismo sentido, añadió: «El sector privado tiene que apostar en el modelo, confiar en los que estamos acá 100% por vocación de servicio. Tienen que saber que donde la economía empiece a crecer, nosotros le vamos a devolver esa plata en baja de impuestos. Ahora tienen un blanqueo tributario y de capitales, una oportunidad histórica para que regularicen la situacion de sus empresas, de sus empleados y sus situaciones personales». Y concluyó: «Si seguimos en este proceso, si consolidamos este circulo virtuoso, créanme que al final de nuestro mandato vamos a haber reducido el 90% de los impuestos que hay hoy en Argentina. Hacía ahí es donde tenemos que ir, ese es el mensaje para los devaluadores seriales que creen que la única forma de conseguir competitividad es devaluando. No, el camino es bajar fuertemente la carga impositiva, bajar el 90% de los impuestos.

Pero en la apertura del evento, el titular de la entidad Gustavo Weiss había denunciado un «panorama ensombrecido», con políticas que le dieron «duro y contundente golpe» al sector. En ese sentido recordó no sólo la masiva pérdida de empleos sino también las miles de obras paralizadas en todo el país, afirmando que hay «empresas en riesgo de desaparecer por falta de pago de trabajos ejecutados el año pasado y la discontinuidad de las obras».

«Reconocemos la baja de la inflación, la mejora en la cantidad de reservas del BCRA y vemos con esperanza la aparición de líneas de créditos hipotecarios, entre otras medidas. Pero aún coincidiendo con las autoridades nacionales en la necesidad de controlar el gasto público, el ahorro fiscal y la búsqueda del superávit, tenemos claro que la infraestructura pública no es un gasto, es una inversión, no es parte del problema, es parte de la solución», remarcó el titular de Camarco.

Ese contexto «sombrío» del sector se condice con los pronósticos de consultoras privadas que, lejos de pronosticar la recuperación en forma de “V” que promete el Gobierno, anticipan una dinámica en “L”, es decir, una economía que después del desplome tenderá a mantebnerse en niveles bajos de manera durante un largo período. En esa previsión, también el Fondo Monetario Internacional recalculó la caída del PBI nacional a 3,5% este año.