Sergio Palazzo, secretario General de la Asociación Bancaria, participó del 55° Coloquio de Idea en la Ciudad de Mar del Plata. Allí analizó la situación de los trabajadores de las aplicaciones tecnológicas y exigió mayor regulación para las mismas, refiriéndose particularmente a aquellas como Mercado Pago, que manejan dinero y deberían encuadrarse en la actividad bancaria.
Como parte del panel “Los Sindicatos y Las Empresas ante los Nuevos Paradigmas”, del que formó parte con gremialistas como Hugo Yasky y Gerardo Martínez, Palazzo fue consultado sobre los problemas que las nuevas aplicaciones tecnológicas le plantean a los gremios. El dirigente destacó que “detrás de cada aplicación hay un trabajador, no un monotributista ni un emprendedor, y si hay un trabajador hay un derecho”. En ese sentido, planteó la necesidad de “una regulación desde el punto de vista laboral”, porque en muchos casos sus encuadramientos no están muy claros.
Respecto de la polémica con Mercado Pago o Mercado Libre, sin mencionarlos directamente, explicó: “Generalmente se discute si queremos más o menos afiliados a nuestra actividad, pero en el fondo lo que estamos planteando es la necesidad de regulación de esas plataformas digitales donde hay operaciones de dinero sin ningún tipo de intervención ni controles tan específicos como los que tiene un banco por parte del Banco Central de la República Argentina”.
En cuanto a la necesidad de regulación, Palazzo aclaró que no se trata de algo “descabellado y estatista” sino que esto constituye un planteo del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, y del Fondo de Sustentabilidad Económica creado después de la crisis de Lehman Brothers, en donde se especifica que entre plataformas digitales, bancos en las sombras y otro tipo de finanzas, el 40% de los activos financieros del mundo están por fuera del circuito de regulación, lo que puede ocasionar un impacto en la economía y en el sistema financiero”. Luego de la regulación, sí “vendrá de suyo” el pedido de “encuadramiento sindical, porque esa actividad tiene características bancarias”.
Palazzo insistió después en la necesidad de corregir las asimetrías en materia impositiva, porque muchas de estas empresas obtienen beneficios que “vuelven desleal la competencia”. Y amplió: “Dentro del pacto social debe discutirse también el tema tributario. Resultan francamente irritantes algunos privilegios, ya que hay empresas que valen más de 28 mil millones de dólares y pagan 15% de ganancias mientras un trabajador paga hasta el 35% o que alguna PyME pague el 17% (que terminará en 19 después de la reforma tributaria) y estas empresas que valen millones paguen mucho menos de carga social que una PyME que necesita más asistencia del Estado”.
El dirigente vinculó la cuestión de las nuevas tecnologías con el debate sobre una posible reforma laboral explicando: “A riesgo de no gustar, yo trato de decir lo que pienso, y creo que un acuerdo o una reforma laboral planteada en términos de qué cede uno y qué cede otro no nos va a llevar a buen puerto, porque ni ustedes están dispuestos a ceder ni nosotros estamos dispuestos a ceder. Sí estamos dispuestos a discutir sobre cómo se implementan estas nuevas formas en el mundo del trabajo”. Como ejemplo de esta predisposición, recordó que la Asociación Bancaria presentó en las últimas paritarias proyectos para discutir el avance tecnológico e incluso ha propuesto a los bancos “crear un instituto de formación sobre el impacto tecnológico que tienen en nuestra actividad”.
Para concluir afirmó que cree en el “pacto social”, pero aclaró que “lo que tenemos que hacer para no ceder ninguno es tener una mirada positiva hacia adelante, que incluya una agenda clara, que diga cuál es el sector de la economía que lidera y cómo se puede encaminar a la sociedad hacia un esquema productivo de pleno empleo”. Citando a Alberto Fernández en el Congreso de la CTA, resumió: “Las sociedades que se precian de modernas no son als que quitan derechos sino las que los generan”.
Como despedida, planteó también una crítica a las autoridades de Idea: “Sobre un total de 70 cargos en la directiva del Coloquio sólo 7 son mujeres. Sería bueno que se respete la igualdad de género como un paso hacia adelante en la mejora de la calidad institucional”.