Empresarios vieron positivo el llamado de Cristina a un acuerdo para encauzar la economía

Fueron algunas de las repercusiones de la carta de Cristina Fernández de Kirchner, uno de los últimos hechos políticos de los últimos días en el que también se emparentaba la Economía. Y desde el sector privado se lo analizó como un hecho positivo.

De ese modo, según los principales referentes de la industria nacional, fue recibida de buen grado la idea de un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales para resolver los problemas cambiarios que hoy padece la Argentina.

Más allá de ciertos medios que fueron detractores de la misiva, por el contrario, en el Gobierno también lo entendieron como un elogio al Consejo Económico y Social que se puso en marcha recientemente, donde a través de mesas sectoriales se busca dar solución a la compleja crisis en cada actividad.

Uno de los directivos de la UIA, Martín Cabrales fue el primero en ponerle voz al recibimiento y destacó  el llamado al diálogo de la ex presidenta para generar una sintonía entre lo público y lo privado” de modo de poder tomar mejores decisiones.

Cabrales criticó la suba de costos logísticos y laborales que el Gobierno impide trasladar a precios y para ello exigió una salida paulatina de los “precios máximos” y coincidió nuevamente con Cristina Kirchner sobre el problema  de una economía bimonetaria.

Esa “amenaza” existente de desabastecimiento que ronda por éstos días si los precios no se actualizan se contrapone también a una importante caída del 5,7% en el consumo en supermercados durante el mes de agosto, indicador de que los aumentos se chocarán con una falta de demanda por lo que la ecuación tampoco parece ser positiva.

Otras voces empresarias destacaron la necesidad de un espacio de diálogo, de donde según ellos mismos surgió por ejemplo el plan Ahora 12, una de las herramientas crediticias que mejor funciona al momento.

En cuanto a herramientas , la cercanía con el Gobierno les permitirá tener el termómetro de la situación y plantear necesidades como la continuidad del ATP, algo sin lo cual, serían muchas más las empresas que hoy hubiesen cerrado sus puertas.