En una de sus últimas acciones como presidente, Mauricio Macri avaló la creación de un nuevo gremio ferroviario a través de la Resolución 1074/2019, publicada este martes 10/12 en el Boletín Oficial, al mismo tiempo que juraba Alberto Fernández.
Así, el Ministerio de Producción y Trabajo anotó en el Registro de Asociaciones Sindicales de Trabajadores a la Unión de Trabajadores Ferroviarios, un nuevo sindicato ferroviario que había sido resistido por los gremios fuertes del sector cuando se lo intentó oficializar en octubre pasado y sólo tenía un mes de haber comenzado los trámites legales.
Cuando se conoció la primera resolución que habilitó el funcionamiento de la UTF, los secretarios generales de los cuatro gremios tradicionales del sector -Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Omar Maturano (La Fraternidad), Adrián Silva (APDFA) y Enrique Maigua (Asociación de Señaleros)- se mostraron claramente en contra de ésta decisión.
Lo curioso de la resolución firmada por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, es la velocidad en que se realizó la inscripción gremial de la Unión de Trabajadores Ferroviarios: el sindicato había comenzado el trámite el 5 de septiembre de 2019, es decir hace poco más de tres meses.
Pero no sólo sorprende la rapidez con la que se aprobó, cuando otras organizaciones tardan años en regularizarse, sino además, la fecha de publicación de la resolución –día en que juraba como presidente Alberto Fernández-.
Se sumaba otro adicional, el papelón que en octubre, en un lapso de apenas 20 días, Sica protagonizaba. El 2 de ese mes, el ex titular de Producción y Trabajo reconoció y habilitó oficialmente la creación de la Unión de Trabajadores Ferroviarios (UTF) que fue inscripta en el Registro de Asociaciones Sindicales de Trabajadores como una “Asociación Gremial de Primer Grado”.
Pero luego, casi sobre el filo de la elección presidencial, el 22 de octubre pasado, Sica sacó la resolución 1105/19 por cual procedió a “revocar” la norma anterior con un argumento técnico-legal totalmente opuesto al que había dado por válido y aprobado en su primera intervención.
Ante el brusco y llamativo giro de 180 grados que había dado Sica, la UTF –que agrupa a trabajadores ferroviarios de todas las líneas metropolitanas y de la provincia de Buenos Aires—desplegó una ofensiva administrativa para hacer valer el reconocimiento inicial, objetivo que logró conseguir en las últimas horas de la administración macrista.
De acuerdo a la resolución ministerial 1074, la UTF es una “asociación gremial de primer grado” que puede agrupar y representar a «los obreros, empleados y personal jerárquico que mantengan relación de dependencia y prestan servicios en las empresas ferroviarias o ferroportuarias, tanto de carácter público o privado, que realicen transporte urbano y/o suburbano, de pasajeros y/o de carga, mediante formaciones que transiten sobre una estructura vial ferroviaria».
En lo que respecta a las zonas de actuación que tiene autorizada la UTF, la polémica norma establece que podrá funcionar en el ámbito de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.