La razón de ésta decisión “no es política”, aseguró el jefe comunal, Horacio Rodríguez Larreta, simplemente “obedece a los números”, insistió luego del acto del 25 de Mayo con una plaza desierta, donde confirmó que los casos se multiplican ahora por seis pero no pudo evitar el malestar generado en el Sindicato de Empleados de Comercio por la «marcha atrás» de la apertura.
«Queremos que entiendan: se viene la peor parte y hay que pasarla”, agregó Larreta, de ahí la medida que apunta a reducir la circulación de gente. A partir del martes, de unos 25.000 comercios en 24 arterias y zonas claves de la ciudad que habían sido reabiertos hace dos semanas ya no podrán permanecer abiertos.
Eso no evitó el contrapunto con el histórico dirigente gremial que insistió en la necesidad de retomar la actividad comercial principalmente porque «la mayoria son pymes» y ya «los comerciantes no pueden pagar salarios».
Además, Cavalieri -sabe que cuenta con el apoyo de muchos sectores y cámaras empresarias- que insisten en el riesgo de «quiebra» que hay en el sector. Por otra parte subrayó que las suspensiones en medio del aislamiento por la pandemia se dan para «conservar el trabajo» pero igual insistió en que los riesgos de perder el empleo están y apuntó: «Lo último que falta es que cierre el comercio minorista en la Argentina».
La decisión no sólo abarca a los mercantiles sino que es más amplia. La clausura de 11 estaciones de tren ubicadas entre el conurbano y las cabeceras de Constitución y Retiro hablan de la gravedad de la situación.
Los cierres servirán, afirman cerca del jefe de Gobierno, para reducir la circulación del virus y, sobre todo, advertir que el «inevitable» avance del virus traerá, más temprano que tarde, nuevas restricciones, que se irán monitoreando «día a día» para evitar un desmadre en la cantidad de infectados.
En números la situación es la siguiente: los comercios esenciales representan el 30 por ciento del total, y hace dos semanas ese número llegó al 50 con incorporaciones de nuevos rubros, pero ahora volverán a bajar sus persianas la mitad de esos que se habían adicionado, pese a que son conscientes de que generará quejas y protestas.
En lo que hace al cierre de estaciones, la idea es bajar el porcentaje de uso del ferrocarril interurbano, que hoy está en un 11 por ciento de su capacidad total, capacidad que antes de la pandemia alcanzaba 1.400.000 personas en un día hábil. «El objetivo es desalentar los trayectos cortos”.
Larreta desmintió toda confrontación política con el gobernador Kicillof pero destacó la tarea de “María Eugenia Vidal” en la provincia mientras estuvo a cargo. Para aquellos que están en la gestión es difícil concentrarse en otra cuestión. Es urgente la necesidad de reforzamiento de los retenes dentro y en los límites de la ciudad, y del trabajo en los barrios vulnerables como la 1.11.14 y la villa 31. Y ahora llegó el turno a la provincia, pues ya en Quilmes se detectó un foco de 53 contagios en la Villa Azul que necesitó ser aislada de inmediato.