El salario real cayó 20% desde 2018, acumulando tres años consecutivos de retroceso

Según un reciente informe de la consultora Ecolatina el salario real cayó 3,3% durante 2020, acumulando tres años consecutivos de retroceso. Para el año en curso podrían producirse mejorías, particularmente si se avance con las modificaciones en el pago de Ganancias. El informe de la consultora destaca que entre 2018 y 2019, el salario real de los trabajadores formales retrocedió 17,5% producto de paritarias que no anticiparon las aceleraciones inflacionarias que caracterizaron a la segunda mitad del mandato de Cambiemos.

Así, la campaña electoral del Frente de Todos enfocó buena parte de su discurso en este aspecto de recuperación del salario real y luego del triunfo de Alberto Fernández se intentó avanzar con algunas compensaciones a través de aumentos de suma fija que lograron que el salario formal creciera casi 14% durante el primer trimestre del año pasado, casi duplicando a la inflación del período.

Guzmán afirmó que los aumentos de salarios deben estar por encima de los precios

Pero la llegada de la epidemia de coronavirus volvió a revertir esta dinámica. Entre abril y agosto, en un contexto de caída inédita del nivel de actividad, muchos gremios postergaron sus paritarias, resignando posibles mejoras de poder adquisitivo a cambio de mantener los puestos de trabajo.

En ese contexto, los salarios nominales de los trabajadores registrados avanzaron 3,3% en estos meses, muy por debajo de una inflación que acumuló más de 8,5% en el período. En consecuencia, el salario real retrocedió casi 6% entre abril y agosto, ubicándose 2,5% por debajo de los niveles registrados al momento del cambio de gobierno. Así, en 2020 se acumuló un retroceso de 3,5%, con lo que en los tres años transcurridos desde 2018 los salarios perdieron en términos reales poco más del 20% promedio frente a la inflación.

El informe destaca además que desde el inicio de la epidemia, la situación de los trabajadores informales fue sistemáticamente peor que la del sector registrado. “La situación de los trabajadores informales fue peor que la del sector registrado: este último tiene protecciones legales que velan por sus puestos de trabajo, en tanto los primeros, al estar ‘en negro’, perdieron directamente la totalidad de sus ingresos en muchos casos -o quedaron a merced de la buena voluntad de sus empleadores-, producto de las restricciones a la movilidad y a poder realizar sus tareas”, concluye el informe.