El reclamo salarial a Kicillof divide aguas entre los docentes

A dos semanas del comienzo de clases, la Federación de Educadores Bonaerenses permanece firme en la exigencia de que se cumpla con un pago postergado que les adeuda la provincia mientras Roberto Baradel fue más condescendiente con el gobernador, luego de haber “padecido” a María Eugenia Vidal durante cuatro años, quien lo eligió como uno de sus enemigos “favoritos” a lo largo de toda su gestión.

Lo cierto es que pese al cambio de aire “político” en la provincia de Buenos Aires no hay aún una definición de los salarios para los maestros de este territorio que tiene la matrícula más grande de toda Latinoamérica con casi 4 millones de alumnos en las aulas.

Aún con la Mesa Paritaria Nacional nuevamente en funcionamiento, la paritaria que comenzó la semana pasada no incluyó precisión alguna sobre los modelos para actualizar los ingresos por inflación, tal como exigen los sindicatos.

La discusión entre la gobernación y los gremios gira en torno a la eliminación de la cláusula gatillo por ser una de las generadoras de un espiral inflacionaria que Fernández quiere detener y por otro lado el reconocimiento de la pérdida porcentual de la gestión Macri.

Si bien, según deslizaron desde todos los gremios docentes “las posibilidades de un paro son casi inexistentes”, los principales referentes de los gremios docentes bregan por una definición pronta y que no genere demasiadas tensiones.

Más aún de las que produjo entre los gremios que integran el Frente de Unidad Docente el anuncio de Kicillof de que pagará recién el 12 de marzo la deuda a los docentes correspondiente al ajuste por inflación de 2019 más un proporcional del sueldo anual complementario.

Justamente la Federación de Educadores Bonaerenses que lidera Mirta Petroccini y otros gremios de menor envergadura exigieron el adelanto al gobierno durante la primera reunión de comisión técnica salarial endureciendo su postura y todavía se ilusionan con que antes del 2 de marzo la deuda esté depositada para evitar los “ruidos” hacia adentro que la medida desató en el Frente Gremial Docente.

Más allá de lo adeudado, lo que desde la FEB se remarcó también es la necesidad de definiciones en el ámbito nacional para poder avanzar sobre el acuerdo salarial en la provincia.