Lo que supo ser un día de gloria, y de festejo de la Independencia, este lunes 9 de Julio, será para los docentes de Chubut el inicio de una medida de reclamo extrema: una huelga de hambre.
En un contexto de ajuste signado por la aguda crisis de la provincia, el hartazgo y la miseria creciente, la noticia de que el gobernador Arcioni decidirá por decreto el porcentual de aumento salarial docente motivó el inmediato anuncio del comienzo de una huelga de hambre de maestros.
Distintos sindicatos docentes, estatales, agrupaciones estudiantiles y organizaciones ambientalistas, en un contexto de protestas pacíficas, ocupan dependencias del gobierno provincial desde hace varias semanas. Movilizaciones y acampes reflejan también el descontento de los trabajadores ante la terrible situación de ajuste en Chubut.
Para el caso concreto de los docentes, la falta de propuestas oficiales motivó la ocupación pacífica del Ministerio de Educación en la capital provincial, que ya lleva casi cuarenta días: “No vamos a levantar la medida hasta que haya una propuesta concreta que satisfaga nuestras necesidades”, había señalado el Secretario General de ATE Chubut, Santiago Goldman, días antes de conocerse la intención de Mariano Arcioni de establecer un aumento por decreto.
La intransigencia del mandatario provincial, su negativa al diálogo y a la libre negociación de paritarias “sin techo” no solamente vienen generando indignación, sino que también propiciaron la extensión del conflicto docente en un marco de pauperización de todos los trabajadores de Chubut.