El debate sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas volvió al Congreso de la Nación para ser discutido, en una primera instancia, en las comisiones de Transporte y de Presupuesto y Hacienda, con la intención de los legisladores del oficialismo, más la gran parte de la representación del PRO y otros sectores de buen vínculo con el Poder Ejecutivo, de llevar sobre tablas la discusión para definir el destino de la línea de bandera nacional.
Este procedimiento quedó determinado a partir de excluir esta posibilidad del primer proyecto del gobierno dentro de la Ley Bases, por lo que actualmente el mecanismo constitucional obliga a que, en caso de encontrar una aprobación en la cámara baja, luego sería discutido por el Senado, donde se sabe que la representación provincial que ejercen los gobernadores, no ve con buenos ojos el paso a capitales privados de la aerolínea.
En este sentido, Juan Pablo Brey, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), destacó como “experiencias nefastas” las anteriores privatizaciones y la posibilidad de retomar ese camino, al tiempo que lamentó “que se quiera debatir dentro de un conflicto paritario como el que se está llevando adelante hoy”.
De hecho, parte de la tarea que están desarrollando los dirigentes sindicales está enfocada a denunciar que “el gobierno forzó esta situación para retomar la discusión de la privatización”.
“La intención fue desvirtuar el proceso de negociaciones paritarias” –dijo. Y, al tiempo que pidió disculpas a los usuarios por las situaciones que ocasionó el conflicto, destacó que “a nadie le gusta hacer una medida de fuerza”. “Sepan que hemos llegado a esta situación después de meses de negociaciones, donde hemos agotado todas las alternativas posibles y nunca hemos tenido una solución”, enfatizó. Por eso, criticó la definición de “salvajes”, detallando que “las huelgas y las asambleas que hicimos las avisamos con 10 y hasta 15 días de anticipación”.
Paralelamente Brey relativizó los anuncios sobre negociaciones con otras empresas para la compra de la línea de bandera, detallando que el servicio que muchas de ellas brindan tienen altas suspensiones y reprogramaciones de vuelos. “Hay mucha mentira de parte del gobierno en todo esto, y de parte del presidente de la empresa”, afirmo. Y concluyó: “sin Aerolíneas Argentinas, el país queda desconectado”.