El Indec le dio la razón a los informes previos del sindicalismo: con subas superiores al 6% de los productos de necesidades básicas, la inflación de marzo se acercó al 4%

Según los datos que dio a conocer el INDEC, la inflación del mes de marzo fue el 3,7%, con picos de incremento elevados en los productos que integran la canasta básica, impulsada principalmente por bebidas y alimentos, del orden del 6% más un salto superior al 20% del rubro educación (cuotas, útiles y otros insumos escolares), sumado a los altos porcentajes en los rubros de servicios y consumos esenciales en los hogares. Así el incremento del primer trimestre del año ronda el 9%, aunque la pérdida de poder adquisitivo real es mucho más fuerte en los sectores del trabajo, tanto en la economía formal, como la informal.

El organismo oficial encabezado por Marco Lavagna, se sorprendió con el anuncio de los montos, ya el así llamado Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), donde se consulta a especialistas en precios, marcaba un porcentaje inferior al 3%, incluso los más optimistas mencionan un 2,5%. En concreto la inflación de 2024, completado el primer año del gobierno de Milei, fue del 117,8%, a lo que ahora se le agrega el 8,6% del primer trimestre de este año.

Estos datos terminan avalando los planteos de las organizaciones sindicales en los procesos paritarios donde se busca reflejar la fuerte pérdida de la capacidad de compra de los salarios, más aún cuando se pone el foco en las necesidades y servicios básicos, que ahora según sostienen continuarán su tendencia durante el ya iniciado mes de abril.

El Gobierno no puede controlar la inflación y cruje el «techo» salarial mientras aumenta la desigualdad

Asimismo, cuando comiencen a aplicarse las medidas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permite a la Argentina acceder a un nuevo mega endeudamiento, se acrecentarán las consecuencias con un mayor aumento de precios en paralelo a una modificación en la instrumentación del mercado de cambios elegido por el actual gobierno y la apuesta al sistema financiero, como principal acceso a altas rentabilidades, alejadas de cualquier actividad productiva.