Es inminente el anuncio del Gobierno respecto al aumento a privados, pero todavía no hay definición exacta, ya que hasta último momento se analizan distintas variables de acuerdo a la complejidad que presenta la Economía y cada sector en particular.
De ahí se desprende, tal como reconocieron algunos sindicalistas, que no todos están en condiciones de otorgar el mismo aumento, de modo que si bien lo regirá un monto mínimo (se estima de unos $ 5.000 pesos), serán distintos los acuerdos que se alcancen de acuerdo al rubro.
Así, mientras se terminan los últimos detalles de la redacción del decreto, se estima que el adelanto salarial podría alcanzar hasta $ 8.000 o incluso más, de acuerdo a la negociación alcanzada con su gremio, y en vistas a recuperar, por lo menos, en parte, algo de los casi 20 puntos promedio que se perdieron en la “era Macri”.
Esta medida transitoria se toma en sintonía con la Ley de Emergencia Social, Económica, Productiva y Energética, de modo que el objetivo del Gobierno es también atender a los más perjudicados del sistema productivo en ésta reactivación que intenta llevar adelante para dinamizar el consumo y así, posteriormente, garantizar el cremiento.
El aumento será un adelanto de sueldo a cuenta de futuros aumentos y absorverá el incremento que cada rubro va llevando adelante en su paritaria según su situación particular, por lo que se descarta que será para todos iguales. Eso sí, deberá tener carácter retroactivo, según adelantaron.
Lo que sí pretende la CGT es que la línea de flotación sea el 55% de inflación previsto para este año, para que nadie vuelva a perder, aunque es consciente también de que hay que colaborar pues hay sectores como textil, calzado, metalúrgico o construcción que han sufrido miles de despidos y caída libre durante 18 meses consecutivos.