Por Marcelo Cena
El secretario General de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban «Gringo» Castro sostuvo que «los que salen a golpear oponiéndose a este Gobierno son los grupos concentrados de la economía, los que se beneficiaron con las políticas de (Mauricio) Macri, con un fuerte eje con los grupos mediáticos».
«Hay muchos sectores de los movimientos populares identificados con el Gobierno, otros no tanto. Algunos son más críticos, otros están enojados, otros no y bancan. Creo que las decisiones están vinculadas a un humanismo cristiano, al amor al pueblo y que fueron decisiones correctas. Tiene muchísimo valor», dijo Castro en declaraciones a la agencia de noticias Télam.
Agregó que «se irán afinando cosas que no se pudieron hacer por la pandemia; pero se pueden destacar lo que está bien y discutir lo que no está bien. Estoy conforme, lo que no quiere decir que no pueda interpelar cosas que no me parecen correctas. Pero hasta los intentos que no han salido bien fueron piolas, como lo de Vicentin, por ejemplo».
Castro es el secretario general de la UTEP y uno de los dirigentes más reconocidos dentro de los movimientos sociales. La UTEP representa a más de 500 delegados de espacios socio-comunitarios, productivos y cooperativos, cartoneros, recolectores y recicladores barriales, vendedores ambulantes, trabajadores desocupados o precarizados de todo el país.
Bajo el paraguas de la UTEP se referencian organizaciones como el Movimiento Somos, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Evita, el Frente Darío Santillán y el Movimiento Popular La Dignidad, entre otros.
Sobre el momento del país en la pandemia de coronavirus, opinó: «Hay que plantear que si Fernández no hubiera decidido comenzar la cuarentena a tiempo con la organización sanitaria, la construcción de hospitales, compra de respirados y prepararnos para el momento más difícil, hoy solo estaríamos contando la tragedia».
«Fue una decisión política trascendental muy vinculada al humanismo cristiano y a la concepción de amor al pueblo. Y el pueblo te devuelve ese amor. La relación entre los movimientos populares, clubes de fútbol, iglesias, sindicatos, organizaciones vecinales ha sido muy importante estos meses y es muy positivo», dijo.
«Si no hubiese sido por esas decisiones hoy la situación social se hubiera desmadrado, como en muchos países de América», añadió.
Dijo que «puede haber resistencia política de sectores opositores vinculados a la concentración económica, que han hecho mucho daño al pueblo en alianza con el Gobierno anterior. Pero también hay proceso de sensibilización para con las grandes mayorías populares».
«Los que salen a golpear oponiéndose a este Gobierno son los grupos concentrados de la economía que se beneficiaron con las políticas de Macri, con un fuerte eje con los grupos mediáticos y también los que no gobiernan. Por ahí salen un (Miguel) Pichetto, un Macri, nada más que eso, pero no están gobernando».
Destacó que «hay muchos otros grandes empresarios que quieren que el país funcione y salga adelante. No sé cuántos están dispuestos a aportar pero quieren que la cosa funcione. Esto lo comprobamos en nuestro andar cotidiano».
Y reiteró que «hay sectores políticos presentando una posición destituyente, pero que yo los veo más en términos mediáticos que en los hechos concretos».
«Lo que juega a favor -expresó- es que se hizo una buena negociación» sobre la deuda externa. «No la que nosotros quisiéramos que es no pagar nada -aclaró-, pero se hizo una negociación difícil que nos va a permitir oxígeno para prepararnos para empezar a pagar más adelante y habrá recursos para poner en marcha la economía con inversión, generación de trabajo. Pero la gran traba es no saber cuándo termina la pandemia».
Ponderó de la UTEP que «nuestra histórica lucha lo que demostró es que no está centrada en la violencia como nos quisieron mostrar desde distintos sectores políticos y de parte de la prensa. Nuestro trabajo está muy vinculado a los territorios y ahí resolvemos problemas de salud, de vivienda, el agua, la comida, de los faltantes que nos dejó el neoliberalismo».
«Nos conectamos con los actores de los barrios como curas, pastores y pastoras, el cristianismo popular, trabajadores precarizados. Siempre hemos trabajado en los sectores más pobres de los barrios sin responder a las provocaciones y sin ningún tipo de violencia. Y con el tiempo ha cambiado la mirada hacia nosotros», añadió Castro.
«Aún hoy nos dicen choriplaneros y que lo único que nos interesa es repartir planes. Siempre dijimos que el eje de nuestro discurso es el trabajo, no los planes», afirmó.
Para Castro, entre los proyectos de salida de la crisis económica para los sectores más humildes están «la urbanización de los 4.400 barrios populares; la iniciativa vuelta al campo y la creación de centros urbanos para remediar el flagelo de la falta de viviendas en todo el país, todas contempladas en las tres T (Tierra, Techo y Trabajo) que enarbola el papa Francisco, y que son los pilares de nuestras acciones todos los días».
Y opinó que «los proyectos de globalización neoliberales son los que profundizan individualismos, injusticias, economía para pocos y hambre para muchos; los proyectos del sálvese quien pueda, de la meritrocracia y Macri fue un fiel exponente de ese pensamiento político. El neoliberalismo no le sirve a la humanidad», completó el dirigente social.