El Gobierno, a través del Ministerio de Producción que lidera Matías Kulfas, tiene tres ejes primordiales: cuidar los escasos dólares, proteger el empleo y resguardar la producción nacional. Con esas premisas, comenzó a reunirse con distintas empresas que requieren de productos importados para continuar sus trabajos.
En concreto, Producción dejó en claro que no habrá restricciones como sucedió en la época en la que Guillermo Moreno fue Secretario de Comercio, que le valió a la Argentina sanciones por la OMC pero tampoco existirá una aduana totalmente libre, como en la gestión de Mauricio Macri. «Lo que existe es una metodología de trabajo. Necesitamos conocer el volumen de negocio de las empresas previsto por un simple proceso de organización», indicaron desde la cartera.
En ese sentido, se difundió un formulario por el cual a cada empresa «se le pide información mínima y básica de planificación para poder conducir el proceso de desarrollo». Y se agregó desde Producción: «Lo que había era un proceso de malcrianza del universo. Un proceso automático que autorizaba todo. Ese proceso nos llevó a la situación en la que está el país. Ahora vamos a una conducción humana del proceso de desarrollo».
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Pero en las empresas que requieren componentes importados para su producción ya existe preocupación, lo mismo que en las fábricas, que necesitan insumos o máquinas del exterior o bienes terminados. Desde la industria automotriz indicaron que entregan información que pide el Gobierno en tiempo y forma pero que ya se empezaron a generar demoras para aprobar comprar de piezas importadas: «Tuvimos demoras la semana pasada, pero el viernes se aprobaron todas la pendientes de producción, repuestos y vehículos. Nos dijeron que era un problema de sistema. Veremos».
«Hoy tenemos el stock acomodado, pero si estos problemas se extendieran nos obligaría a tener mayor cantidad de piezas por una posible devaluación. Esto nos incrementa el costo financiero. Además, con relación a la producción local, nos puede restar agilidad, lo que ocasionaría paradas productivas. Trabajamos con tres días de piezas. Si me paran una semana la importación me paran una línea de producción. Tuvimos problemas y se resolvieron en unos días. Pero si empezamos estas cosas vamos a tener incovenientes en la rentabilidad y en la operación», comentó Martín Zuppi, director general de Fiat Chrysler Automobiles (FCA).
En una autopartista, explicaron que «hay colegas que están teniendo problemas con importaciones de insumos por el tema de las licencias», al tiempo que dijeron que «parece que esto va a seguir así porque están volviendo al esquema de exigir que presentes información de tu empresa, facturación, plan de inversiones para ver si te autorizan las importaciones», completó. «Lo vemos complicado», afirmó el dirigente de este sector de la economía.
Por otro lado, varios referentes de compañías importantes han sostenido que necesitan mayores precisiones sobre los nuevos requerimientos de información para importar y qué profundidad llegará a tener esta política de administración de comercio instaurada por Desarrollo Productivo, muy distinta a la llevada a cabo por la administración de Mauricio Macri.
En este marco, en los próximos días distintas empresas importadoras tendrán una reunión con el Secretario de Industria, Ariel Schale, reconocido dirigente de la Fundación ProteJer, crítico de la apertura indiscriminada de la economía de los últimos años, para pulir detalles del nuevo esquema. El funcionario espera contar con ejecutivos receptivos a sus demandas pero también quiere escuchar, algo que adelantaron los importadores que así será. «La idea no es confrontar, sino tener un diálogo constructivo y llevar alternativas, propuestas y opiniones para trabajar en conjunto de cara a los próximos meses. Además, terminar con ciertas dudas que genera el nuevo esquema», señalaron desde las firmas.