El gobierno recibe a la CGT por la emergencia alimentaria, mientras la oposición la plantea en Diputados

Este lunes la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley y el ministro de Producción Dante Sica recibirán a dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) para analizar el pedido que la central obrera realizó en torno a la aprobación de una emergencia alimentaria a nivel nacional, reclamo planteado hace meses en las calles por los movimientos sociales y recientemente avalado también por la jerarquía de la Iglesia Católica argentina.

En simultáneo, varios bloques de diputados presentaron hoy en el Congreso un proyecto de ley para avanzar en el mismo sentido, buscando que el tema se trate en una sesión especial de la Cámara Baja programada para este próximo jueves.

El miércoles pasado, los co secretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña le pidieron al presidente Mauricio Macri a través de una carta pública la “urgente” declaración de la emergencia, considerando “la grave situación social por la que atraviesan los ciudadanos, sumergidos en la pobreza e indigencia”. Luego de este pedido, y de las inmensas manifestaciones de los movimientos sociales reafirmando el reclamo, el Gobierno nacional decidió recibir a los representantes de la central obrera.

También desde la CTA Autónoma liderada por Ricardo Peidro se sumaron al reclamo. Desde sus redes sociales exigieron al Gobierno nacional que se declare la emergencia alimentaria en todo el país «contra la infantilizacion de la pobreza y contra el Ajuste que afecta al sector privado con la precarización laboral, la baja salarial y el cierre de Pymes». ATE y la CTA Autónoma ya anunciaron un paro nacional y jornada de lucha con movilizaciones en todo el país por este reclamo, sumando la exigencia de reapertura de paritarias y contra el aumento de la pobreza. En ña Ciudad de Buenos Aires marcharán este martes al mediodía a Plaza de Mayo.

En Diputados, los bloques que hoy coinciden en el Frente de Todos (Frente para la Victoria, Frente Renovador y peronismos provinciales) contarían con los 129 votos para conseguir el quórum que permita discutir una versión unificada del proyecto de ley de emergencia alimentaria. Las versiones que circularon previamente proponen un aumento de 50% en los fondos destinados a comedores y merenderos, con una fuerte readecuación de partidas presupuestarias a este respecto, además de otras medidas para paliar la grave situación social, más complicada luego de la reciente devaluación post electoral.

El peronismo no se planteaba abrir el debate en el Parlamento, en un escenario de campaña electoral en el que la simple dinámica política y económica juega a su favor, pero finalmente el FPV acordó apoyar el tratamiento de esta ley. El titular del bloque, Agustín Rossi, explicó este lunes: «Estuvimos trabajando durante todo el fin de semana, dialogando con el resto de los bloques opositores. Estaremos planteando la presentación del proyecto para hacer, entre miércoles y jueves, la sesión especial y que se sancione».

Rossi admitió que esperaban que el Gobierno declarara la emergencia alimentaria por decreto, pero ante la evidencia de que no lo hace, decidieron impulsar la sesión: «Si lo que tienen que hacer es reasignar partidas presupuestarias, y aumentar el presupuesto en una situación de emergencia como la que tenemos ahora, el Gobierno lo puede hacer ahora per se, sin la necesidad de una ley».

También Felipe Solá apoyó el debate parlamentario (lo que hace suponer que lo mismo hace Alberto Fernández), planteando: «Vamos a apoyar el tratamiento de la emergencia alimentaria en el Congreso». Aunque aclaró que «las medidas a tomar sobre la emergencia alimentaria no requieren esperar la ley, es una cuestión de plata y de voluntad política».

Pero para aprobar el proyecto harían falta dos tercios de los votos, por lo que no bastaría con los votos del peronismo unificado más el eventual apoyo de los legisladores del Frente Consenso Federal, por lo que si Cambiemos bajara a dar el debate al recinto, es difícil que el proyecto de ley pudiera aprobarse, pero el interbloque oficialista pagaría el costo de bloquear un proyecto extremadamente sensible.