El Gobierno ofrece aumento salarial que ronda el 7,5% hasta diciembre, con rechazo de ATE y aceptación de UPCN

Nuevamente ATE (Asociación Trabajadores del Estado) y la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), asumieron posturas distintas ante la oferta salarial realizada por el gobierno nacional. La propuesta oficial incluye aumentos del 1,3% para los meses de junio, julio y agosto, más un bono de veinticinco mil pesos en cada mes, continuando con un incremento del 1,2% por septiembre y el 1,1% en octubre y en noviembre, a lo que suma otro bono, pero en este caso de veinte mil pesos para cada mes de ese trimestre.

Así, el incremento alcanza aproximadamente un 7,5% total hasta diciembre, momento para el cual se prevé una nueva negociación teniendo en cuenta el segundo aguinaldo del año, el proceso inflacionario proyectado y comprobado con mayor certeza de todo el presente año y desde el plano político, contando con los resultados electorales de medio término, ya incluso con la asunción de los legisladores a sus bancas, en la renovaciones de las cámaras altas y bajas de cada provincia y en el orden nacional.

Lo cierto es que la aceptación de este incremento salarial que anunció UPCN y el rechazo a la propuesta que vuelve a establecer ATE, profundiza las diferencias de cercanía y distanciamiento que ambos gremios establecen con la administración libertaria.

Por eso se espera, que el sindicato que conduce Rodolfo Aguiar, continúe ejerciendo medidas de acción gremial con paros y movilizaciones, mientras que la organización que encabeza Andrés Rodríguez, priorice el diálogo y los acuerdos con las autoridades de la Secretaria de Trabajo y el Ministerio de Capital Humano.

La compulsa entre Aguiar y Rodríguez, alcanzó una mayor tensión, donde incluso se puso en juego las coberturas de salud, los aportes laborales y los encuadramientos en las distintas dependencias y organismos. Si bien “la sangre no llegó al río”, gracias a la gestión de las segundas líneas de ambos gremios (cuerpos orgánicos, comisiones internas y hasta los propios delegados que comparten los ámbitos de empleo), las descalificaciones entre ambos dirigentes se basaron en acusaciones de «entreguismo y falta de vocación de lucha» por quien es también el Secretario Adjunto de la CGT, mientras que Aguiar recibió críticas, por asumir una actitud «confrontativa», pero que no reditúa en mejores condiciones de empleo, estabilidad laboral y mejoramiento del poder adquisitivo entre los empleados de la administración pública.