Este viernes 11 el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicará su informe mensual sobre la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), con numerosas señales que indican un recalentamiento inflacionario respecto de las cifras a la baja de los últimos meses, apuntando a una cifra cercana al 3%, que supera con mucho el 1,5 esperado por el oficialismo. Este dato no sólo complica las economías familiares, que nuevamente sufrirán el impacto del aumento de precios, sino que también marca un alerta respecto del techo salarial con el que el oficialismo busca condicionar las negociaciones paritarias, cada vez más lejos de la realidad. Otro dato del Indec confirma una modificación regresiva de la distribución del ingreso y un aumento de la desigualdad.
Un relevamiento de la consultora LCG reveló que los aumentos muy por encima del promedio se registraron sobre todo el rubro alimentos, que en marzo llegaron a registrar aumentos por 3,7%. «Si se toma en cuenta el resultado de las últimas cuatro semanas, carnes lidera los aumentos con 6,3%, le sigue lácteos y huevos con 5,6%, verduras con 3,3% y bebidas 2,8%», detallaron.
Estos aumentos responden sobre todo a las expectativas de mercado de que el Gobierno termine aceptando alguna forma de devaluación y modificando el valor del dólar tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por otro lado, la dinámica de los mercados internacionales tras la guerra económica que desató el presidente estadounidense Donald Trump con el aumento de aranceles, complica aún más la perspectiva de un dólar estable. Con una dinámica inflacionaria de este tipo, además, la meta del 18% de inflación anual fijada por el oficialismo aparece como cada vez más difícil de alcanzar (lo que implicaría una inflación en torno al 1,4% mensual, dato cada vez más lejano, ya que nunca se perforó el piso del 2% y ahora se apunta más bien al 3%).
Mientras se espera el dato de inflación, el Indec dio a conocer datos sobre la pirámide social argentina, medida por los niveles de ingreso, que confirman un aumento de la desigualdad. La nueva pirámide informada por el organismo estadístico confirma que cada vez hacen falta más ingresos para subir de categoría. El segmento D2 (Clase baja o en pobreza) tiene ingresos hasta $ 1.060.000 mensuales y abarca a un 26% de los hogares y un 35% de la población. El segmento D1 (Clase baja superior) cuenta con ingresos entre $1.060.000 y $1.850.000 (por encima del piso de la pobreza). El C3 (Clase media baja) tiene ingresos entre $1.850.000 y $ 3.200.000; el C2(Clase media alta), entre $3.200.000 y $5.900.000; el ABC1 (Clase alta), más de 6.000.000 millones de pesos mensuales.