Luego de las distintas subas de la nafta y el gasoil, que terminan impactando en los precios generando mayor inflación, el Gobierno decidió impulsar la competencia en el mercado para evitar la cartelización. Desde la secretaría de Energía consideran que YPF, Shell y Axion adoptan estrategias de valores similares y planean que los productores de biocombustibles puedan vender al campo, compañías y al público.
Una fuente de la Casa Rosada explicó la postura oficial frente al tema: «Como las importaciones están en manos de los mismos refinadores, la salida será con mayor competencia. En ese sentido, en Energía evalúan quitar algunas restricciones técnicas existentes».
También se buscará que los camiones consuman gas líquido en lugar de gasoil. «El costo del gas líquido es de US$ 10 por millón de BTU -la unidad de medida de gas- mientras que en gasoil es de U$S 20», señalan fuentes de la administración Macri.
Ese pensamiento no es compartido por las petroleras, que critican la carga impositiva que existe y que la suba intempestiva del dólar obligó a modificar valores. «La carga impositiva aquí es del 40% y en Estados Unidos, del 19%», grafican. Y que la industria ya venía rezagada en precios en un 10% cuando el dólar estaba a $ 28. «Con el salto a $ 38, el atraso era de 45%. Había que aplicar una corrección mínima de 10% para este mes», manifestaron.
