Después de que el grupo empresario De Narváez se hiciera con la cadena de supermercados Walmart, el Sindicato de Choferes de Camiones (SICHOCA) viene llevando adelante una serie de medidas de protesta, cuya última manifestación fue un bloqueo al centro de distribución de la empresa en las últimas horas. El propio Francisco De Narváez se acercó personalmente al depósito, lo que fue considerado como una provocación por Camioneros. Este jueves el Ministerio de Trabajo decidió dictar la conciliación obligatoria para abrir un período de negociaciones de quince días.
Walmart es la cuarta cadena de supermercados más importante del país, después de Carrefour, Cencosud (Jumbo, Disco y Vea) y Coto. Tiene operación en 22 provincias, con 31 hipermercados, dos tiendas mayoristas “Punto Mayorista” y casi 60 supermercados Changomas. De conjunto administra una plantilla de cerca de 10.000 empleados.
Ante el cambio de gestión empresarial, a fines de 2020, desde Camioneros comenzaron a argumentar que el traspaso implica que se trata de una nueva empresa (de hecho los recibos de sueldo están a nombre de una nueva sociedad, Dorinka SRL) por lo que los trabajadores del Centro de Distribución deberían ser despedidos e indemnizados para luego “volverlos a contratar con la misma antigüedad”. Desde la empresa responden que “la empresa acá es la misma, con nuevos accionistas, el CUIT es el mismo y también son los mismos los proveedores y las deudas” y denuncian que la postura de Camioneros constituye una “una práctica ilegítima, no prevista por ningún marco legal vigente, ni con la forma en que desarrollamos nuestra actividad en el país”.
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“En las últimas dos semanas nos vimos condicionados por recurrentes medidas de fuerza encubiertas que derivaron en una caída del 75% en la distribución de alimentos básicos y en un desabastecimiento de productos esenciales a más de 1.000.000 de familias en todo el país. Somos una compañía que siempre cumple la ley”, añadieron desde la empresa. También denunciaron que en las últimas dos semanas hubo fuertes condicionamientos por “recurrentes medidas de fuerza encubiertas que derivaron en una caída del 75% en la distribución de alimentos básicos y en un desabastecimiento de productos esenciales a más de 1.000.000 de familias en todo el país”.
La conciliación obligatoria impuesta por Trabajo intima a Camioneros “y, por su intermedio, a los trabajadores por ella representados, a dejar sin efecto (…) toda medida de acción directa que estuviesen implementando y/o tuvieran previsto implementar, prestando servicios de manera normal y habitual”. La empresa y el gremio de Moyano deberán comparecer a una audiencia virtual el próximo lunes 29 de marzo para “evaluar el avance de las negociaciones y el acatamiento de lo ordenado”.
Por el lado del gremio reivindicaron el bloqueo del acceso al Centro de Distribución y denunciaron la “provocativa” presencia de De Narváez. Marcelo Aparicio, secretario Adjunto de Camioneros, explicó que el empresario “en forma provocativa fue hoy a la empresa, a la que no va nunca. Bajó y dijo ‘¿qué pasa muchachos, en qué los puedo ayudar?’”. Y agregó: “¿Y si la gente no quería seguir con la relación laboral? Él [por De Narváez] nunca le consultó a los trabajadores si se querían queda trabajando con él o si preferían ser indemnizados antes que quedarse en su empresa”.