La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), bajo la órbita del Ministerio que encabeza Mario Lugones, luego de intervenir una nueva Obra Social, en este caso la del Personal de la Industria del Chacinado (OSPICHA), encabezada por Adolfo Villafañe, oficializó también, la situación de crisis, que ya había trascendido en el mundo sindical, de la entidad de salud del gremio de la Industria Química que lidera Fabián Hermoso.
En el caso de las intervenciones, OSPICHA, engrosa la lista que ya integran Vareadores, Fósforo, Ladrilleros, Mosaístas y Fotógrafos, en todos los casos señalando irregularidades en sus movimientos económicos-financieros o faltantes de documentación en su constitución de autoridades, entre otros cuestionamientos.
Se suman intervenciones a Obras Sociales Sindicales y se busca una respuesta “solidaria” de la CGT.
También la Obra Social de los Rurales (OSPRERA), se encuentra en una compulsa legal, pero aquí enlazado con elementos políticos, que incluso van más allá de lo estrictamente sindical, ya que se relaciona al contexto partidario actual y de gobiernos anteriores, provocando que las autoridades de UATRE, se encuentren reclamando la urgente devolución de su Obra Social, acusando a la actual intervención de «abandono de persona, seguido de muerte».
En lo que hace al accionar de las inspecciones de la SSS, las autoridades de la administración libertaria, se han presentado sin aviso previo, por lo que si bien es habitual que ante cada nueva gestión de gobierno, que en verdad luego de encontrarse con la dificultad que implica brindarle salud a los trabajadores, suelen abandonar esta iniciativa.
Sin embargo, en esta oportunidad, la «super», al mismo tiempo que es criticada por abusos en la inspección y la intervención que realizan, según el caso, también es cierto que genera inquietud la ausencia de una protesta de mayor contundencia del cuerpo sindical que convive dentro de la CGT, además de otras centrales y confederaciones.
