En busca de algún aliciente electoral, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, busca que los beneficios no se choquen con otros anuncios que hizo la misma Casa Rosada después de las PASO. Por ejemplo, las Pymes sufrieron un problema de financiación con el “reperfilamiento” de los bonos de corto plazo y luego con las restricciones cambiarias.
La negociación con las provincias en parte desfinanciadas por las medidas del Ejecutivo, entorpece nuevas acciones, pero de todos modos, la Casa Rosada busca dar algún beneficio a estos sectores de la clase media, sin que sean vistas como acciones contradictorias.
En la reunión de gabinete, discutieron su preocupación por el ingreso de dólares. Más aún, luego de que el FMI anunciara que no hará el desembolso de u$s5.400 millones en el corto plazo, pero también quedó algún tiempo para la “creatividad” respecto de qué se puede hacer frente a la “emergencia PyMEs” y al “asfixiado” bolsillo de los trabajadores.
“Queremos pero no podemos: menos del 20% de los trabajadores privados cobrarán el bono”
En el medio, se vislumbra alguna esperanza sobre la liquidación de la venta de granos que falta cancelar y son aún u$s5 mil millones de dólares. Una cantidad similar a la que debía mandar el FMI en su sexto desembolso del programa Stand-By Agreement. Con ese monto el Gobierno tiene algo de “oxígeno” para financiar algunas medidas que puedan sostener justamente al sector de lo que fueron el fuerte de sus votantes.
Poco se sabe de las medidas que se dictarán, pero sí que serán en el corto plazo de modo de generar algún efecto rápido, que haga pensar en revertir los rojos que padecen los sectores del trabajo y la industria.
