Parece que la suba de precios resultará insuficiente en el contexto que se plantea para las próximas semanas. Es que los referentes de las principales industrias alimenticias hicieron deslizar su preocupación respecto a que la falta de acceso a los dólares y la escasez de gasoil puedan convertirse en faltantes en las góndolas.
Si bien, desde el gobierno insisten en que la faltante de combustible podría solucionarse en dos o tres semanas con la llegada de 10 barcos que arribarán al país, será lo que dure esa demora un tiempo de tensión entre la suba de precios y el desabastecimiento.
De hecho la faltante de gasoil impide la llegada de los productos a los puertos, y la faltante de exportaciones impide la entrada de dólares, un circuito tóxico que pinta a las claras la situación que atraviesa la economía argentina.
Las últimas medidas del Banco Central, que en la práctica trabaron las importaciones durante esta semana, le permitieron a la autoridad monetaria capturar dólares para las reservas. En tan sólo tres días compró casi 1000 millones de billetes estadounidenses.
Los resultados fueron en consonancia con lo que buscaba Guzmán pero las consecuencias tal vez sean las que anticiparon los empresarios, respecto a que esto podía generar mayor inflación y posible faltantes de productos en góndolas.
La suba del dólar ni bien se dieron a conocer las medidas del BCRA le dieron de algún modo la razón a los industriales, que por éstas horas analizan la forma de hacerse de dólares que les permitan seguir consiguiendo insumos para fabricación de productos en el país.