El empuje sindical femenino a 5 años de la primera marcha arrolladora del #NiUnaMenos

En un contexto marcado por el aislamiento social a causa de la pandemia de Coronavirus, el movimiento de mujeres y diversidades de género conmemora este miércoles los cinco años del nacimiento del «Ni una Menos», un hito en la historia del feminismo argentino por la masividad y transversalidad que tuvo esa primera gran movilización contra los femicidios y la violencia machista.

En marzo de 2015 hubo una especie de maratón de fallecimientos de mujeres que fueron hitos en la lucha por la liberación femenina. El hallazgo del cuerpo sin vida de Chiara Páez, una adolescente embarazada de 14 años asesinada por su novio en Rufino (provincia de Santa Fe), generó una fuerte conmoción en la opinión pública y fue la chispa que encendió la hoguera.

Así un grupo de activistas lanzó una convocatoria para el 3 de junio en la plaza del Congreso, que rápidamente se viralizó en redes sociales y desbordó cualquier previsión.Ya desde distintos organismos, entre los cuales el sindicalismo feminista tuvo un rol protagónico “el tema se instaló en la agenda pública” y no se ha detenido desde entonces para motorizar a los tres poderes del Estado y trabajar en políticas públicas que puedan revertir este flagelo

Para ello “visibilizarlo el 3 de junio fue fundamental” expresó Soledad Alonso, diputada provincial por el Frente de Todos y secretaria de Comunicación del SECASFPI -sindicato de ANSES-, quien estuvo presente ese histórico día donde se materializaba el sueño de concretar un proyecto basado en “políticas públicas activas para erradicar la violencia de género”.

“La solución de fondo es un verdadero cambio cultural”, opinó Alonso quien reconoció que los números de los femicidios hablan todavía de que “hay mucho por hacer” y que tienen que abordarse desde los ámbitos políticos, sociales, educativos y económicos para darle fin a éste flagelo.

En tiempos de conquistar derechos “queremos ser dueñas de nuestro cuerpo, de nuestro pensamiento y queremos vivir libres”, remató Alonso, orgullosa de la pelea que se viene dando en ese sentido desde los lugares institucionales que ocupa tanto en la política como en el sindicalismo para que “las mujeres podamos vivir  libres, desendeudadas y con trabajo, pero fundamentalmente vivas”, concluyó la dirigente que integra la Corriente Federal.

A partir de ese hito histórico, el movimiento de mujeres organizó convocatorias similares en cada aniversario del 3 de junio, las cuales fueron incorporando nuevas demandas como el reclamo enmarcado en la Campaña por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito, o la denuncia por la brecha salarial, que poco a poco fue completando la identidad feminista de las movilizaciones.

Producto de la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID- 19, las organizaciones feministas no convocaron a movilizaciones en las calles, por lo que hubo una intensa jornada en las redes sociales.