El modelo recesivo aplicado por el Gobierno de Javier Milei para combatir la inflación tuvo fuertes impactos sobre diversos sectores de la economía. Uno de los más afectados fue el automotriz, con una producción que durante 2024 se desplomó en un 17,1% en términos interanuales. Esta caída también afectó a industrias vinculadas, como la de producción de neumáticos, que el año pasado registró un significativo retroceso de las ventas en el mercado interno (también fuertemente impactada por la apertura de importaciones y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios) y perdió 30% del empleo en el rubro. En ambos casos, esta crisis se refleja en negociaciones paritarias más trabadas, con un sector empresarial reticente a acuerdos que superen a la inflación y un gobierno que amenaza con no homologarlos.
Según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), si bien en el mes de diciembre se registró un pequeño rebote de 2,8% interanual en la fabricación de automóviles (en comparación con un mes muy malo de 2023, el primero de la gestión libertaria), el balance 2024 es catastrófico, con un retroceso de 17,1% interanual, lo que implica la fabricación sólo 506.761 vehículos, 105 mil menos que el año previo. Los datos sobre exportaciones resultaron igualmente dramáticos, ya que el volumen total se contrajo un 3,4% entre enero y diciembre, con sólo 325.894 unidades vendidas al exterior.
Desde ADEFA anticipan un 2025 de crecimiento relativo, pero aún sin llegar a los niveles de 2023. A pesar de la crisis del sector, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) durante el año pasado logró cerrar paritarias por encima de la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), siempre con la dinámica de acuerdos bimestrales.
Un escenario diferente se vive hoy en el sector neumáticos, donde el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático de Argentina (SUTNA) no logra cerrar un acuerdo salarial para el primer bimestre del año, habiendo fracasado la audiencia realizada este lunes 6 de enero, por la “obstinada, absurda y persistente postura de negarse a negociar el incremento del importe de la bonificación extraordinaria anual no remunerativa (la que se viene abonando desde hace varios años)” por parte de las cámaras empresariales del sector, postura que el gremio denunció como “irrazonable e inadmisible”.
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“Promediando ya el mes de enero de 2025 no encontramos aun respuesta a los compromisos asumidos. El no respetar los compromisos ya asumidos por parte de las patronales abre una situación más que grave cuyo impacto supera a los límites de los alcances de la negociación en curso”, agregaron desde el SUTNA, exigiendo que “se cumpla con lo acordado” y anticipando que “realizará todas las acciones administrativas, legales y de acción gremial directa que sean necesarias para rencarrilar la debida normalidad del cumplimiento de lo acordado y el respeto por los derechos de los trabajadores”.
Javier Madanes Quintanilla, dueño de FATE (una de las tres grandes empresas del sector, junto con Bridgestone y Pirelli) afirma que el primer año de gestión libertaria generó un fuerte impacto negativo en el sector, que se ve con “preocupación” y que se tradujo en una pérdida “en las distintas plantas del sector, el 30% del empleo”, lo que equivale a unos 1200 puestos de trabajo. En ese escenario también influyó decisivamente la apertura de importaciones decidida por el gobierno de Milei.