La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (FTCIODyARA) realizó su 73° Congreso Ordinario y Extraordinario, en el marco del cual discute la “unidad obrera para luchar por nuevos derechos”, lo que en términos inmediatos se traduce en una pelea por el aumento general del salario mínimo, en unidad con otros gremios. El gremio liderado por Daniel Yofra afirma que “estamos frente a un gobierno nacional que le declaró la guerra a la clase trabajadora” y sostiene que “no podemos conformarnos con resistir”.
El encuentro, que comenzó este martes en la sede porteña del Club Español, consta de una serie de paneles, entre ellos “La reforma laboral y sus implicancias”, “La política económica. Coyuntura y perspectivas” y un Panel Sindical Docente. En los debates se plantearon duras críticas a la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei, se enfatizó la necesidad de “desarmar el nefasto sistema de tercerización mediante empresas contratistas y avanzar con políticas de seguridad laboral” y se repudiaron las represiones que el oficialismo realizó contra jubilados, estudiantes, desocupados y otros sectores que llevaron sus protestas a la calle.
En relación con el salario mínimo, la Federación definió una lucha por el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) en los gremios del sector, buscando también “extender lazos” con otras organizaciones gremiales para fortalecer el reclamo. Y confirmó su decisión de poner esta lucha en el centro de su actividad. El propio Yofra manifestó: “No puede haber ninguna asamblea, ningún plenario de delegados o ningún congreso sin hablar del SMVM”.
En el mes de septiembre de este año, el gremio llevó adelante una serie de importantes medidas de fuerza para negociar su básico, logrando un incremento de 26% (que se suma al 76,25= conseguido entre enero y abril, para superar un 122% en lo que va del año), que dejó al mínimo del peón en $1.562.655.
“No nos da vergüenza defender a nuestros trabajadores. ¿Cuánto queremos ganar los aceiteros? Queremos ganar lo necesario para cubrir alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión”, explicó Yofra.
“Este gobierno nos declaró la guerra a las y los trabajadores y nuestra responsabilidad como dirigentes sindicales es defender a la clase trabajadora, independientemente de su pensamiento político o religioso”, añadió el dirigente, confirmando el objetivo de trascender las fronteras del propio gremio con sus reclamos. Y concluyó: “No podemos conformarnos con resistir, necesitamos conformar un programa propio de las y los trabajadores, buscar una reforma laboral que se acomode a las necesidades de quienes trabajamos”.
