Tras el blindaje logrado por el Gobierno de Javier Milei en la Cámara de Diputados para sostener el veto presidencial a la movilidad jubilatoria, desde el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo se condenaron estas políticas del oficialismo y se advirtió que las reformas laborales aprobadas por la administración de La Libertad Avanza “afectarán tanto a los trabajadores activos como a los jubilados”.
El titular del gremio, Mariano Moreno, cuestionó la “traición” de los diputados que primero impulsaron y aprobaron el proyecto y luego apoyaron el veto presidencial. Al respecto, manifestó: “Lo primero que uno siente es indignación y bronca. Hace dos meses la promovían y ahora, sin sonrojarse, la frenan. Esto demuestra la desconexión total de la clase política con la realidad que viven nuestros jubilados”.
El dirigente fue especialmente crítico con el rol del Poder Legislativo, señalando que mientras algunos bloques, como los de Unión por la Patria y la izquierda, “mantuvieron su postura en defensa de los jubilados”, los de Juntos por el Cambio y el bloque Encuentro Federal de Miguel Pichetto, “se alinearon con el Ejecutivo para avanzar con reformas en contra de los trabajadores”. “El radicalismo perdió su esencia. Lo que queda es un partido vacío, donde algunos tratan de sostener viejos ideales y otros lo usan como plataforma para hacer negocios”, enfatizó.
Luego denunció que la reforma laboral recientemente aprobada por el Gobierno en el marco de la Ley Bases hace parte de un proceso de precarización creciente: “Lo único que logran con estas medidas es empobrecer a los trabajadores, atacando su dignidad, sus ingresos y sus derechos”. En este sentido, recordó que lo sucedido en los años 90 con la marina mercante, cuando “las políticas de flexibilización y las banderas de conveniencia dejaron a los trabajadores en condiciones deplorables”. Y añadió: “A pesar de las ventajas otorgadas a los empresarios en aquella época, no se logró consolidar una flota mercante nacional. Esas políticas no son la solución”.
Moreno enfatizó la necesidad de dimensionar “lo que significa el paso a la jubilación”, afirmando que “cuando llega ese momento, el cambio en los ingresos y en las condiciones de vida es brutal”. Por eso, desde su rol sindical, se comprometió a fortalecer el Centro de Jubilados del gremio, “con el objetivo de acompañar a los trabajadores en esa transición y luchar por mejores condiciones para ellos”.
El dirigente insistió en que el movimiento obrero deberá liderar los reclamos por los derechos de los jubilados, pero subrayó que esto no se resuelve solo con “resistencia” y llamó a los sindicatos a “dejar de ser espectadores en los proyectos políticos que no los incluyen, y convertirse en actores clave en la construcción de un modelo de desarrollo nacional”: “Hace falta generar empleo y reactivar procesos productivos. Estamos obligados a plantear un proyecto de país que se base en el trabajo, la educación y la ciencia”.
Para terminar, el gremialista planteó una autocrítica: “Tenemos que hacer un mea culpa. Si estamos donde estamos, es porque no hicimos las cosas bien. Es fundamental que el movimiento obrero se reorganice como un verdadero factor de poder, con un proyecto productivo que se adapte a los desafíos actuales”.