El aumento de alquileres, expensas, colegios y peajes «licúa» los incrementos salariales

Con el inicio del mes de julio, comenzaron a llegar facturas con nuevos aumentos que se sentirán durante el séptimo mes del año con fuerza en los bolsillos de los trabajadores. Mientras la inflación acumula un 21,5% hasta mayo, los incrementos mes a mes siguen siendo muy altos –superiores al 3%- y éstos aumentos impactan de lleno en el poder adquisitivo de los salarios.

Sumado al mayor consumo de gas con la llegada de un frío intenso, los consumos de junio sentirán una suba de 6% en las tarifas. Esto impactará a partir de las facturas que lleguen este mes, aunque dependerá de cómo esté distribuida la facturación en cada cliente.

También esta semana entra en vigencia la actualización de los valores de los nuevos contratos de alquiler, que rondarán un 40%, según el índice combinado, confeccionado por el Banco Central y plasmado en la nueva ley que rige desde julio de 2020. Para calcular el aumento, se promedia la evolución de los salarios y la inflación anual de julio a julio.

En cuanto a los costos de vivienda se percibirá un aumento entre el 23 y el 30%. El impacto no es homogéneo y varía según la cantidad de unidades habitacionales que haya en un edificio, entre otros conceptos que incluyen seguridad y amenities, entre otros.

Los peajes son otro de los gastos que impactarán en los salarios. La vuelta a la actividad, y el mayor uso de vehículos propios para evitar el transporte público en tiempos de pandemia se harán sentir. La Dirección Nacional de Vialidad aprobó y publicó el martes en el Boletín Oficial, el nuevo cuadro tarifario para los peajes correspondientes a la red de rutas nacionales que operan bajo concesión. La medida supone un incremento promedio del 9,7%, en línea con la intención del Gobierno de que el ajuste no llegara a los dos dígitos.

Los colegios de la Ciudad de Buenos Aires también llegaron con aumento. Será un 9,4% de acuerdo a los topes arancelarios. Y las prepagas están en plena pelea por nuevos y posibles incrementos, denunciando que la pandemia las está fundiendo y que no cuentan con los fondos para afrontar los incrementos salariales que se negocian por éstas horas con el personal de salud.

En vistas de la inflación acumulada, las previsiones anuales ya dejaron rezagado al 29% presupuestada y desde el oficialismo ya reconocieron que es necesario plantear una nueva pauta de inflación que por lo menos rondará el 40%, cifra en la que ya se alcanzaron varios acuerdos salariales, que además cuentan con revisión a fines del 2021 o a principios de 2022.