«El ajuste tiene que acompañarse con comedores abiertos los 7 días por 24 horas»

No se pudo esperar quince días hasta llevarle la planilla de Exel a Dujovne con los planes de recorte. Ya desde el viernes por la noche, Macri fue recibiendo en su quinta de San Miguel distintas propuestas que analizó en total reserva.

Pero paralelamente con mejores modos pero de igual manera está empujando a la Secretaría de Comercio para adoptar medidas tendientes a que los supermercadistas y formadores de precios paren “de remarcar” productos esenciales que consume la población y cuyos precios se tornan “inalcanzables”.

Todo esto en el medio de una “corrida” de precios en el pan, alimento básico por demás que según la asociación de panaderos y afines que alcanzará los $60 el kilo en los próximos días si no hay una revisión en el precio de la bolsa de harina que hoy ronda los $650 y que se prevé llegará a los $800.

A este ritmo la pérdida de poder adquisitivo se acelera y como contracara de esto se cae el consumo, las ventas disminuyen justo en momentos en que las facturas de servicios públicos vendrán sobrecargadas por el propio frío del invierno. Un combo que generará un malhumor social extremo.

Paralelamente Nicolás Dujovne, ministro de Economía, le ha enviado a Macri un menú de 20 medidas elaboradas por el grupo económico que coordina donde se incluyen decisiones que tienen directa relación con el pedido formulado por el Fondo Monetario Internacional    (FMI), para reducir el presupuesto y entrar en un terreno de conversaciones para obtener el préstamo “Stand By” solicitado por el gobierno argentino.

El recorte que puede aplicar el gobierno ya está registrado en el contexto de las conversaciones con el Fondo: serán unos 20.000 millones de pesos (sin ningún gradualismo), de los períodos fiscales que incluyen 2018 y 2019. Eso para arrancar.

Los ajustes tocarán directamente el sector que sea, pero en forma directa, admitiéndose que se escucharán todas las voces para evitar situaciones extremas dentro de quienes reciban el cimbronazo. Si escuchan por ejemplo, la voz de Miguel Angel Broda, uno de los economistas más conocidos de nuestro país, un economista de derecha, que asesora al FMI, expresó públicamente que para llevar adelante el ajuste tiene que acompañarse con “comedores abiertos los 7 días por 24 horas”. Eso lo dice todo.