Docentes Universitarios endurecen medidas y se concentran en Córdoba a 100 años de la Reforma Universitaria

La educación universitaria pública transita su tercer día de paro consecutivo esta semana, luego de otras dos medidas de 48 horas, a pesar de haber sido noticia por estos días que nuestras universidades de Buenos Aires, La Plata y Córdoba se encuentran rankeadas entre las mejores del mundo.

Hoy fue un partido de fútbol frente al Ministerio de Educación la manera de mostrar la protesta en pleno centro porteño: los equipos enfrentados fueron universitarios docentes versus el Fondo Monetario Internacional. Pese a la lluvia y el mal tiempo lograron  llevarlo a cabo y el resultado fue “favorable” a los docentes que felizmente pudieron “doblegar a la entidad crediticia”.

Las medidas de fuerza tienen relación directa con la negociación paritaria que los docentes rechazan: una propuesta del 15% a pagarse en cuatro cuotas sin indexación ni claúsula gatillo, lo que “nos negamos rotundamente a aceptar”, confirmó a La Gota, Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (AGD-UBA).

“Se les da 40% a quienes invierten en la bicicleta financiera y a los docentes nos dan el 15%” fustigó Ceretto al tiempo que confirmó que “la CONADU histórica votó el endurecimiento de la lucha”, entre otras cosas por rechazo al decreto del Ministerio de Educación nro 1254.

El Decreto, según explicó “limita las incumbencias de las carreras de Medicina, Psicología, Farmacia, Ingeniería, Exactas y se traduce en una reforma que trata de cambiar carreras tradicionales por carreras rápidas o exprés para dar más lugar a los posgrados que son arancelados”.

Dentro del plan de lucha, Celotto confirmó que “La semana del 11 al 15 haremos tres días de paro donde desde todas las universidades del país viajaremos para concentrarnos en Córdoba donde nos  manifestaremos defendiendo la reforma universitaria de 1918 de la que se cumplen 100 años.

El rechazo es al conjunto de las políticas educativas y al achicamiento del presupuesto universitario que se reducirá en 3 millones de pesos y que significa: no becas estudiantiles, no infraestructura, no insumos para la investigación, ni un peso para los miles de docentes ad honorem que trabajan en la universidad pública”.