División en la UIA por la adhesión a un duro documento contra el Gobierno

En un contexto de profunda recesión industrial, sectores de la Unión Industrial Argentina (UIA) empresa argentina exigen un endurecimiento del discurso de la entidad en relación con la gestión de Mauricio Macri. Este martes se discutió la posible adhesión de la entidad empresaria a un documento de sectores críticos con el Gobierno.

Durante la reunión también se discutió la recepción oficial del documento de 35 puntos elaborado por la UIA, que fuera recientemente presentado al ministro de Producción Dante Sica, quien se comprometió a “revisarlo”. El texto apunta a dinamizar la alicaída producción nacional y se articular en torno a seis ejes: ley PyME, política tributaria, herramientas de financiamiento, internacionalización y exportaciones, potenciación del mercado interno y costo energético.

La posible adhesión de la entidad a un documento crítico hacia el gobierno de Macri que estarían elaborando sectores de la Confederación General del Trabajo (CGT), la Iglesia y distintos movimientos sociales, está generando tensiones entre el empresariado nacional. En la reunión de este martes en su desde de Avenida de Mayo al 1100 el actual presidente de la entidad Miguel Acevedo confirmó que aún no firmaría el documento, pero muchos empresarios ya anticiparon su adhesión, entre ellos el propio ex presidente de la entidad Ignacio De Mendiguren, hoy diputado por el massismo, que volvió a la UIA para apoyar a los sectores más críticos.

Los empresarios que se opusieron de plano a la firma del documento coordinado por los obispos Oscar Ojea y Jorge Lugones, cercanos al papa Francisco y de buen diálogo con organizaciones sindicales y movimientos sociales, fueron el presidente de Fiat Cristiano Rattazzi y el presidente de Copal Daniel Funes de Rioja, de clara cercanía con el Gobierno.

Por lo que ha trascendido, la carta insta al oficialismo a “repensar el modelo de nación” y a “superar este momento de angustia que padece el pueblo argentino”, además de cuestionar “la abrupta caída del consumo interno, las altas tasas de interés, el aumento indiscriminado de tarifas, la apertura de las importaciones y el endeudamiento desproporcionado”, puntos con los que los industriales sienten plena sintonía.

Este jueves monseñor Ojea recibirá a un grupo de diversos dirigentes sociales, sindicales y del mundo empresario “quienes le entregarán un documento que ellos han elaborado con el objetivo de realizar un aporte frente a la situación social que se vive en el país”, se informó ayer desde la Conferencia Episcopal Argentina. El texto añade: “El presidente del Episcopado ha recibido esta solicitud de audiencia por intermedio de la Comisión Episcopal de Pastoral Social”.

“No nos vamos a meter en política partidaria, ni nada de eso. Pero no tiene que ser mal visto que los empresarios dialoguen con todos sectores. Eso no significa tomar posturas o hacer partidismo. Es la maldita brecha: según lo que se diga, uno está de un lado o del otro. Se tiene que poder criticar”, reconoció el propio Acevedo.