Viejas diferencias internas y cierta disconformidad con la conducción de la Confederación del Trabajo parecen ser los motivos por los que la histórica agrupación que comanda Luis Barrionuevo no participe del acto central organizado por la CGT el próximo 17 de octubre, día de la Lealtad peronista, sino que se reúnan en forma adelantada -y con acto propio- el viernes 16 a las 18 horas en el monumento al General Perón erigido en la Avenida Paseo Colón del microcentro porteño.
Así, la Azul y Blanca, está haciendo su propia convocatoria con la idea de congregar también otros sectores gremiales que no comparten los lineamientos de la CGT y algunos espacios del Justicialismo que dentro del partido, están en una situación similar. Tampoco se descarta la presencia de algunos referentes históricos del PJ como el ex presidente, Eduardo Duhalde.
Esta situación también es producto de cierta rispidez entre los actuales conductores de la organización madre: Héctor Daer y el barrionuevista, Carlos Acuña. Cuestión generada por el vínculo directo entre el secretario general de Sanidad con Alberto Fernández. Relación que se remonta a una amistad de larga data que genera ciertos desplantes y decisiones unilaterales en los destinos de la organización que no siempre Acuña está dispuesto a tolerar.
Para muestra, sobra un botón. Ya se levantó el secretario general de los Estacioneros de la reunión de Consejo Directivo de la CGT con los representantes del FMI debido a la presencia de un referente de los movimientos sociales que él no sabía siquiera que estaría en la mesa.
Por último, tampoco la Azul y Blanca estaría convencida de que sea el mismo Alberto Fernández el presidente del partido Justicialista, propuesta que se difundió como unánime desde la CGT pero que a la hora de la “verdad” no parece contar con todos los avales.
