La Cámara de Diputados de la Nación, en su última sesión del período ordinario, aprobó la ley de góndolas con 180 votos, uno en contra y 18 abstenciones. El proyecto apunta a combatir la competencia desleal y los abusos de posición dominante en supermercados.
En ese sentido, busca fomentar la competencia de marcas y la mayor injerencia de pequeñas y medianas empresas, producción de la agricultura familiar, campesina e indígena y de sectores de la economía popular en las góndolas de los hipermercados. Diputados que defendieron el proyecto marcaron que se reduce el margen de acción de los grandes grupos alimenticios sobre la cadena de comercialización.
Entre otros ítems, la iniciativa estable que una misma marca no podrá superar el 30 por ciento del espacio disponible en la góndola que comparte con productos de similares características y la oferta que se encuentre en los exhibidores deberá involucrar un mínimo de cinco proveedores o grupos empresarios.
Asimismo, se prohíbe el alquiler de espacios preferenciales en góndolas o locaciones virtuales, al considerarse una «exclusión anticompetitiva». Los productos de menor valor no pueden ser ubicados en sectores de escasa visibilidad sino colocados a una altura equidistante entre el primer y último estante de la góndola de los grandes supermercados del país.
El gran interrogante será cómo se aplicará la normativa en un contexto dominado por pocas y grandes productoras alimenticias, como Coca-Cola, Danone, Grupo Arcor, Molinos, Ledesma, Mondelez (ex Kraft) y Bagley, y con pymes con poca capacidad de producción tras años severos de recesión.