Esta semana, después de que trabajadores de Supermercados Coto hicieran pública una carta en la que denuncian cerca de 300 contagios de coronavirus en las distintas sucursales, el fiscal federal Franco Picardi presentó una denuncia penal contra la empresa en una causa que quedó en manos del juez Ariel Lijo. El magistrado deberá establecer las responsabilidades de la firma en cuanto al posible no cumplimiento de los protocolos de cuidado establecidos por el Ministerio de Salud respecto del Covid-19 y en cuanto a las presiones a los trabajadores para seguir trabajando a pesar de la sucesión de casos positivos.
Hace una semana un colectivo de delegados y trabajadores autoconvocados de Coto comenzaron a hacer circular una carta pública en la que denunciaban que sólo en el Área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se habían registrado cerca de 300 contagios entre los trabajadores de las 56 sucursales de la firma, “en completo abandono sanitario”, lo que expresa un claro “desprecio a la vida e integridad física de la ciudadanía en su conjunto” por parte del empresario Alfredo Coto. Luego se preguntaban: “¿Qué esperan? ¿Dónde están los defensores de nuestros derechos como trabajadores? ¿Dónde están los comprometidos en defender la salud pública? Teniendo en cuenta la cantidad de trabajadores y clientes que pasan por supermercados Coto con que sólo el 1% se contagie de Covid 19 no hay sistema de salud que aguante. ¿Algún fiscal actuará de oficio? ¿Algún ente gubernamental de control evitará el desastre?”
Los delegados y trabajadores de Coto denunciaban que el dueño de la empresa es un “nefasto personaje” que tiene “antecedentes de desprecio a la vida del trabajador” y que “actúa como verdadera bomba biológica tapando casos y haciendo seudo protocolos” en las sucursales que registraron casos, aunque la mayoría de las veces “ni siquiera eso”. “Es de no creer cómo la empresa Coto deja expuesta la salud pública y todos hacen la vista hacia otro lado, la mordaza de la pauta publicitaria, y las patotas para silenciar a trabajadores y delegados”, añadían. Luego aseguraban que en ese contexto los trabajadores sienten “desesperación, angustia y abandono” y concluían: “Somos esenciales, no descartables. No le pedimos que hagan nada de otro mundo, sólo cumplir con lo que deben”.
Denuncian casi 30 contagios en sucursal de Coto de Boedo, que sigue abierta
En las últimas semanas se multiplicaron las denuncias sobre decenas de casos en sucursales de Coto de Quilmes, Lanús, Banfield y de los barrios porteños de Boedo y Retiro, entre otras. En muchos casos las intervenciones oficiales fueron forzadas por reclamos de los propios trabajadores que se negaban a seguir trabajando en esas condiciones, en espacios no sanitizados después de haber registrado contagios, con presiones de la empresa para presentarse a trabajar a pesar de haber estado en contacto con casos positivos y numerosas denuncias a la empresa por tratar de ocultar o minimizar las denuncias, poniendo en riesgo a la clientela de los supermercados en su conjunto, más allá de la grave situación de los empleados.
Ocultamiento y aprietes empresariales por nuevos contagios en una sucursal de Coto
Finalmente, luego de las denuncias en redes y ante el número 147, el fiscal Franco Picardi decidió tomar la investigación, iniciando una causa penal que ahora está en manos del juez federal Ariel Lijo. También el diputado nacional Walter Correa (Frente de Todos), que además es dirigente sindical del gremio del cuerpo, manifestó su apoyo a los trabajadores autoconvocados de Coto y se comprometió a llevar el caso al Congreso.