Diversos estudios confirman el grave impacto que tuvieron las políticas del gobierno de Javier Milei sobre el empleo en el primer año de gestión, tanto en la esfera pública, donde directamente se recortaron más de 30 mil puestos de trabajo, como en la privada, en la que la recesión buscada para combatir la inflación también implicó el cierre de miles de pymes y decenas de miles de despidos. Tal vez el caso más significativo es el de la construcción, donde desde el anuncio del fin de la obra pública se perdieron más del 15% de lo empleos del sector.
Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que elabora periódicamente el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la actividad de la construcción cayó 24,5% en octubre de 2024 en términos interanuales (en comparación con el mismo mes de 2023), mientras que los puestos de trabajo registrados en el sector cayeron 15,9% en septiembre de 2024 y 17,6% en el acumulado de los primeros nueve meses de este año. Con Milei, la construcción perdió uno de cada seis empleos.
Otras señales de esta profunda crisis en el sector de la construcción se manifiestan en el desplome del consumo de insumos básicos como cemento, hierro, y artículos sanitarios, que en algunos casos retrocedió hasta un 51,2% (como es el caso de los artículos sanitarios de cerámica), mientras que mosaicos graníticos y calcáreos cayeron 34,9% y el hierro redondo, el hormigón elaborado y los pisos cerámicos tuvieron bajas de hasta 32,9%.
Las perspectivas hacia el futuro son desiguales entre las empresas dedicadas a la obra pública y las privadas, pero ninguna apuesta a una gran recuperación en el corto plazo. De las que se enfocan en el sector público, el 56% no espera cambios, un 25% anticipa aún más retroceso y apenas un 19% espera un incremento de la actividad (derivado de la estabilidad de precios y un posible incremento de la obra pública en un año electoral). De las del sector privado, el 61,7% no prevé cambios en los próximos tres meses, un 17,5% anticipa una baja de la actividad y un 20,8% apuesta a la suba. En cuanto a las plantillas de personal, las empresas de ambos sectores no prevén grandes cambios, con alrededor del 70% que cree que mantendrá estable su cantidad de empleados.