Despedidos de Tsu Cosméticos protestan frente a la planta de Villa Lynch

Durante 2019 la empresa de cosméticos Tsu despidió a más de 320 trabajadores de su planta de Villa Lynch, en el municipio de General San Martín. Hoy un sector de los despedidos reclaman que la empresa cumpla con los acuerdos firmados en el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (SECLO) y cancelen las deudas de indemnización, que en algunos casos fue abonada en menos del 50%.

Tsu Cosméticos tiene 45 años de historia en el mercado argentino y es una de las líderes en el sector de venta directa, por el que comercializa productos de elaboración propia y ofrece una amplia variedad de cosméticos, productos de maquillaje, cuidado de la piel, cuidado personal, capilares, fragancias femeninas, masculinas e infantiles.

Desde el mes de septiembre del año pasado que la patronal de Tsu dejó de cumplir con los acuerdos de pago firmados con los despedidos (que en algunos casos aceptaron el pago de sus indemnizaciones hasta en 12 cuotas). En muchos casos la empresa también adeuda aguinaldo, el bono de fin de año, parte del sueldo de noviembre y el de diciembre íntegro a los trabajadores que conservaron sus puestos

Despedidos que se encuentran manifestando frente a la planta, declararon: “Nos autoconvocamos en la entrada de la empresa para que nos paguen lo que nos deben, que estaba acordado en el SECLO y que no se está haciendo efectivo. Este año, más de 300 compañeros fueron cesados, y el argumento fue que se encuentran en concurso preventivo y que no tienen solvencia”.

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Algunos de los damnificados denunciaron que hay trabajadores despedidos que no recibieron ninguna propuesta de pago, por lo que ya se ha presentado una demanda judicial para llegar a una conciliación. También explicaron que una parte de los despidos se concretó cuando exigieron el pago de montos en negro y el pago de aguinaldos incluyendo esos extras no declarados.

Vanina Santillán, una de las despedidas, explicó: “Esto comenzó hace tres años aproximadamente, cuando los dueños de la empresa empezaron a echar gente sin causa alguna. Simplemente ponían de argumento la situación económica del país. La patronal aduce que no tiene plata, pero nosotros sabemos que no es así”. Y añadió: “A mí me echaron en febrero de 2019, y firme el acuerdo en el Ministerio de Trabajo. Cobré la primera cuota, y luego ninguna más en término. Y hace cuatro meses directamente dejaron de pagar. La situación es muy grave porque hay mucha gente que paga alquiler y vivía de ese trabajo. Sólo estamos reclamando lo que nos pertenece. La lucha va a seguir hasta que no tengamos una respuesta favorable”.