En medio de esta batalla judicial y política que tiene como eje a la educación presencial, los gremios docentes ocupan un lugar protagónico y tienen una clara definición al respecto que apunta a «priorizar la salud y la vida de los maestros» y se ampara en el Decreto de Necesidad y Urgencia dictado por el presidente Alberto Fernández, el pasado jueves, donde se determina la necesidad de pasar las clases a modalidad virtual hasta el próximo 30 de abril.
En ese sentido, Alejandra Bonato, secretaria gremial de UTE confirmó en Estado de Alerta Radio que “nos sentimos muy firmes, muy seguros, estamos convencidos de que estamos haciendo lo que debemos hacer al costo que sea”, señaló refiriéndose a mantener la tercer jornada de paro del mes “porque eso significa plata en el bolsillo de los compañeros y compañeras, significan descuentos”, agregó, al mismo tiempo que la Justicia Federal fallaba a favor del DNU, pero el Gobierno Porteño, habilitaba la presencialidad de todos modos.
Miércoles 21 de abril PARO DOCENTE
El Gobierno de la Ciudad encabezado por Horacio Rodríguez Larreta continúa sin cumplir con las medidas para proteger la salud de la población de la CABA y sostiene una “presencialidad” que dista mucho de ser una realidad. pic.twitter.com/Je4od5w5bz
— UTE (@utectera) April 20, 2021
Frente a ésta situación sin precedentes, Bonato habló de “desobediencia civil” por parte del Gobierno de la Ciudad” y lo calificó como “grave” en términos institucionales. “Nos preocupa en términos institucionales porque tiene un cierto olor a golpe blando”, insistió, comparándolo con otras situaciones ya vividas en Latinoamérica.
A eso, la dirigente gremial le agregó otra discusión que es el “rol del Estado”, algo que en su opinión estuvo “denostado” y ejemplificó con la bajada de ministerios a secretarías, lo que consideró “un dato objetivo de un comportamiento, de una posición que se toma frente a la función que debe cumplir el Estado”.
“Los chicos están convertidos en carne de cañón”, acusó el gremio docente, que acusó a la administración porteña de no importarles “la educación pública y la salud pública”, considerando que en los últimos 15 años “han bajado el presupuesto educativo un punto por año” y por lo tanto “nuestros edificios escolares no están preparados para las recomendaciones que hace por ejemplo la sociedad Argentina de Pediatría, los epidemiólogos, la UNICEF, que hablan de la emocionalidad de los chicos y chicas”, ni “tampoco se ha invertido en conectividad”, apuntó además de plantear la preocupación por el transporte público.
“Nosotros entendemos que esto es el principio de algo», se refirió, anticipando que ésta «va a ser una batalla de largo aliento” porque “nos han elegido como blanco y habrá que ponerle el cuerpo”, afirmó en medio de una Asamblea en la que se dio continuidad al paro de actividades presenciales, enmarcados en la Ley de Riesgos del Trabajo que indica que “ninguna patronal te puede obligar a ir a trabajar si corre riesgo tu salud”.