Desde Monotributistas Organizadxs denunciaron que la mitad de los inscriptos al IFE quedó afuera

Mientras sigue avanzando la inscripción de datos para transferencia de los trabajadores para los que se aprobó el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de 10 mil pesos, también se multiplican las críticas ya que por lo menos cinco millones y medio de preinscriptos al beneficio en la página de Anses quedaron afuera. Desde Estado de Alerta dialogamos con Azul, integrante del colectivo Monotributistas Organizadxs (MO), quien cuestionó las limitaciones del programa y los millones de personas que quedan completamente desamparadas en el contexto de las difícil situación económica derivada de la cuarentena extendida.

Según datos oficiales, finalmente el beneficio será otorgado a 7,7 millones de personas (lo que implica un importante incremento respecto de los 3,6 anunciados originalmente). Esta cifra se distribuye entre 2,3 millones de beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que no debían realizar proceso de inscripción alguno, y 5,4 millones de personas (monotributistas A y B, empleadas domésticas y trabajadores informales) del total de inscriptos para percibir el beneficio, que llegó a 11 millones. Es decir que la mitad de los inscriptos quedó afuera del IFE.

Azul recordó que Monotributistas Organizadxs nació a fines del año pasado, como organización colectiva para repudiar el aumento del 51% del monotributo que comenzó a regir en enero 2020, “por lo que la epidemia nos encontró organizados”. Más allá de la promesa de “una mesa de trabajo” con funcionarios de la cartera laboral, el reclamo por las rebaja del brutal aumento del monotributo quedó opacado por las medidas de emergencia definidas por el Gobierno para combatir la epidemia de coronavirus, que afectaron particularmente un sector del monotributismo, que en muchos casos directamente se quedó sin ingresos.

Monotributistas independientes piden suspensión del cobro del tributo durante la emergencia

“En el momento en que se decreta la emergencia sacamos distintos comunicados para exigir que se de respuesta a la situación de desamparo absoluto en que nos encontramos muchos trabajadores monotributistas, tanto contratados eventualmente como independientes o freelance. Unos días después de declarada la cuarentena obligatoria, el pasado 23 de marzo, el Gobierno saca la noticia del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Para entonces ya veníamos viviendo casi dos semanas de incertidumbre, de cancelaciones de algunos trabajos, de no pago de los mismos, porque ya todo empezaba a flaquear”, detalló Azul.

Ya con los primeros anuncios desde MO se denunció la “insuficiencia” del IFE, que en principio dejaba afuera a cientos de miles de monotributistas de categorías superiores a la B, que también son víctimas de la recesión. “Desde un primer momento, uno de nuestros principales reclamos fue que sin una exención del monotributo reatroactiva a marzo no hay solución posible para nuestra situación porque si bien existe ese pago de 10 mil pesos, a eso hay que descontarle por lo menos dos mil pesos del pago de monotributo de marzo y otro tanto de abril. Con lo cual, para quienes hayan podido acceder al beneficio y no quieran acumular deuda ya no serán 10 sino 6 mil pesos”, enfatizó nuestra entrevistada.

Respecto del IFE, insistió con que se trata de un monto insuficiente (se reclaman un “seguro de desempleo” de 30 mil pesos para los trabajadores imposibilitados de cumplir sus tareas en el marco de la cuarentena), que se pierde si cualquier otra persona del grupo familiar tiene un trabajo en blanco, por más precario que sea, y que además se lanzó con una importante demora, ya que se empezará a cobrar a más de un mes de establecida la cuarentena, por lo que consideró “insultante” que lleve el nombre de ingreso de “emergencia”.

Azul destacó que la epidemia sólo vino a “agudizar” las condiciones de precaridad en las que habitualmente se desempeñan los más de 2 millones de monotributistas existentes a nivel nacional, que hace años cobran por debajo de la canasta básica del Indec y sin beneficiarse de las mínimos derechos de los trabajadores en relación de dependencia, tales como paritarias, aguinaldos, vacaciones u obra social (un tema particularmente grave en el marco de la epidemia).

Por último, denunció la gravedad del caso de Kevin, un joven de 21 años de la localidad de Balcarce, que fue detenido por expresar en redes sociales su frustración por no haber resultado beneficiario del IFE. Después de enterarse de que no iba a cobrar, el viernes pasado tuiteó: “Che qué onda los que no cobramos el bono de 10 mil pesos, sigue en pie lo del saqueo, ¿no?”. Luego de esto el Área de Ciberpatrullaje de la SubDDI y la Subdirección de Delitos Tecnológicos de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) monitorearon el posteo y procedieron a su detención. “No solamente estamos excluidos de un beneficio estatal sino que también somos perseguidos por opinar en redes sociales y manifestar nuestro descontento”, concluyó Azul.