Este jueves la Policía Bonaerense desalojó el acampe que los trabajadores de la fábrica de alfajores La Nirva mantenían frente a la planta de Lomas del Mirador para exigir el pago de salarios adeudados tras el cierre definitivo de la empresa productora de marcas como “Grandote” o “La Recoleta”.
La fábrica de alfajores ya venía atravesando una muy difícil situación económica desde hace tiempo, cuando también estuvo casi un año sin producir a fines del gobierno de Cambiemos, pero había retomado su actividad el último diciembre. El nuevo parate derivado de la cuarentena obligatoria por el coronavirus estaría implicando el cierre definitivo y los trabajadores despedidos denuncian un intento de vaciamiento por parte de la patronal y el no pago de los últimos salarios.
El delegado de la fábrica Marcelo Cáceres, explicó: “Nosotros decidimos quedarnos parados en la puerta de la empresa, los dueños quieren vaciarla, llevarse todo y no solo que no nos dejan volver a trabajar porque demanda hay, sino que tampoco nos pagan los sueldos”. El trabajador también cargó contra el sindicato del sector, que ya recibió fuertes críticas por su rol en los recientes conflictos con los trabajadores de empresas de comida rápida: “El Sindicato de Pasteleros desapareció hace mucho tiempo, estamos solos en esta. No había para comer y le pedí bolsones de mercadería pero no hubo respuesta. Nosotros no estamos suspendiendo ni echados, estamos en el aire”.
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Los trabajadores también afirmaron que los dueños de la empresa venían emitiendo cheques sin fondos desde hace meses y acumulando deudas salariales durante por lo menos medio año con las 65 familias que dependen de esa fuente laboral. “Somos 65 familias que desde hace más de seis meses no cobramos. Estamos pasando la cuarentena sin dinero. Incluso antes de que se decrete la cuarentena obligatoria, un representante legal de La Nirva se comprometió ante el Ministerio de Trabajo a entregarnos a cada trabajador la suma de $10 mil pesos a cada uno y $25 mil la semana siguiente, pero esto no pasó”, añadió. “Incluso fuimos estafados con cheques de 90 a 60 días y ninguno se hace cargo de que la cuenta estaba sin fondos. Los trabajadores fuimos a trabajar gratis siendo engañados. Incluso no podemos exigir nada al Estado porque en ANSES aparece que nos pagan arriba de $80.000 pesos”, denunció el delegado.
Ante esta situación, los trabajadores despedidos esperaban que se concrete una reunión con representantes del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y con autoridades del municipio de La Matanza, con la esperanza de avanzar en mecanismos para transformar la empresa en cooperativa, autogestionada por los propios empleados.
Al respecto, el delegado detalló: “Hoy hicimos una asamblea con los compañeros y compañeras, ya que la mayoría son mujeres y jefas de hogar y acordamos pedir al intendente Fernando Espinoza, que nos atienda para hacerle conocer nuestra situación. Queremos llegar a conformar una cooperativa a ver si podemos recuperar nuestras fuentes laborales y seguir teniendo un ingreso”, concluyó Cáceres.