El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable Juan Cabandié confirmó la intención del Gobierno de derogar el decreto firmado por el ex presidente Mauricio Macri que habilitaba la importación de residuos desde los Estados Unidos. El funcionario consideró que se trataba de una medida “indigna”.
El decreto 591/2019, firmado por Macri, el ex jefe de Gabinete Marcos Peña y el ex ministro de Producción Dante Sica en agosto del año pasado, flexibilizaba las restricciones de la ley de Residuos Peligrosos para autorizar el ingreso de “rezagos de papel y cartón, chatarra ferrosa, chatarra de aluminio, desechos de material plástico y vidrio roto, cascote y plásticos” que pudieran considerarse como “insumo para un proceso productivo o como producto de uso directo”.
La iniciativa, cuestionada por organizaciones ambientalistas, trabajadores de reciclaje de la economía popular y abogados que lo consideraron inconstitucional, respondía centralmente a la necesidad de los Estados Unidos de colocar parte de sus residuos, ante la decisión china de aumentar las exigencias sanitarias para el ingreso de este tipo de materiales.
La Federación de Cartoneros denunció los riesgos económicos y ambientales de importar basura
Cabandié explicó: “No podemos permitir eso, porque es la puerta de entrada a residuos peligrosos. Y anticipo que “en los próximos días se va a derogar”, que consideró “indigno”. Al respecto añadió que nuestro país produce “mucha basura, y si permitimos la importación, sería un descalabro”. “Lo último que tendría que hacer un país es importar basura. No tenemos ni plata para tratarla ni las plantas de tratamiento necesarias . Por eso, no hay ninguna razón para importar residuos”.
El ministro de Ambiente consideró que actualmente nuestro país es “bastante medieval con el tratamiento de la basura”, por lo que sería necesaria una transformación en los mecanismos de procesamiento: “Entre otras cosas, tenemos que trabajar seriamente con los basurales a cielo abierto. Tenemos que producir ese cambio cultural. La industria va a ser tan contaminante si no reparamos ciertas cuestiones de tratamiento ambiental”.
“No estamos en contra de la industria sino que lo que estamos diciendo es que hay que cuidar nuestro planeta, nuestra vida, lo que comemos, porque está en juego nuestra sociedad. Y por eso, hay un paralelismo con lo económico. Si vamos a producir a cualquier costo y como venga, lo que existe hoy no va a rendir a largo plazo. Necesitamos cambios en la política y producir concientización”, concluyó.