En medio de la segunda ola de coronavirus, el Gobierno busca definir las nuevas restricciones para el AMBA y por eso se reunieron el Jefe de Gabinete de Nación, Santiago Cafiero, de Provincia, Carlos Bianco, y de Ciudad, Felipe Miguel. De todos modos, antes de avanzar en medidas, Alberto Fernández buscará el consenso de todos los gobernadores.
Por lo pronto, los tres funcionaron analizaron «todos los indicadores y la situación en general”. Bajo este escenario, Cafiero, Bianco y Miguel coincidieron «en que estamos atravesando una situación difícil con muchos casos y una gran exigencia sobre el sistema de salud. También estuvimos de acuerdo en que todos tenemos que trabajar en la importancia del cumplimiento de todas las medidas de prevención”, sostuvieron desde Ciudad.
A su vez, notaron que la curva de casos “comienza a descender lentamente” y quedó agendada una nueva reunión, con los mismos actores, para el próximo jueves. No trascendieron críticas ni reproches por parte de Nación y Provincia hacia la posición de Ciudad, que se mostró poco proclive a restringir la circulación en principio y sostiene que, pese al alza de positivos, las clases presenciales se deben mantener.
Pero vale destacar que en las últimas horas, incluso, el gobierno porteño comenzó a matizar la posición y reconocer la necesidad de medidas más restrictivas para proteger el sistema sanitario. Este cambio de postura fue celebrado por Daniel Gollán, ministro de Salud bonaerense: «Por suerte, las autoridades de la Ciudad Autónoma están preocupadas por lo que es realidad y ante eso esperamos y anhelamos que podamos consensuar nuevamente y de acuerdo con el diagnóstico correcto las políticas a futuro», dijo el ministro, que lamentó que, por primera vez desde la pandemia, se aplicaron «políticas diferenciadas».
La Casa Rosada confía en lograr consensos con los mandatarios y que se refuerce el mensaje hacia la sociedad en los «momentos más duros de la pandemia en el país», como repiten los especialistas que integran el comité de expertos que asesora al Jefe de Estado.
Con respecto a las clases, Nación apuesta a una presencialidad «acotada». Así lo explicó el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta: «En la región metropolitana proponemos que haya una restricción de la presencialidad, y la medida, modalidad e intensidad de eso lo va a definir cada una de las jurisdicciones, no el Estado nacional», afirmó Trotta.
De todos modos, destacó que esa propuesta «va a depender de si mejoran los datos de la situación epidemiológica» y añadió: «Es lo que ya presentamos y discutimos en el Consejo Nacional de Educación, con todos los ministros (de Educación) del país».
En ese marco, detalló que «se puede priorizar los primeros y últimos años del primario y del secundario, o una presencialidad restringida para todos, o incluso enfocado sobre los chicos que han tenido un impacto negativo más marcado en lo educativo por la pandemia».
En ese sentido, puntualizó que «algunos ya la han llamado como presencialidad administrada, y es el aporte de la escuela para disminuir la circulación y los contagios», pero advirtió que está «convencido de que «no hay que caer en el fanatismo de presencialidad absoluta o no, menos en pandemia».