Más allá de las afirmaciones oficiales acerca de la recuperación económica, que comenzaría a sentirse a partir del segundo semestre, lo cierto es que un análisis de los quince sectores económicos que conforman el Producto Bruto Interno (PBI) confirman que apenas dos de ellos han dado señales de recuperación.
Según un reciente estudio de la consultora Ecolatina, los únicos sectores económicos con resultado positivo fueron la agricultura y el sector energético. Mariángel Ghilardi Sierra, coordinadora de estudios de la consultora, explicó: “Los sectores que presentan ventajas comparativas y que tienen un fuerte potencial exportador serán los que puedan transitar de mejor manera la magra performance macroeconómica esperada”.
Luego detalló: “El sector agropecuario, el energético y el minero, junto con sus actividades conexas, experimentarán un crecimiento consolidado. En cambio, las ramas de actividad destinadas principalmente al mercado interno serán las más afectadas ante el débil poder adquisitivo, el pobre desempeño del mercado laboral y una política monetaria y fiscal contractivas”.
Luego de la crisis cambiaria desatada en abril del año pasado, todos los indicadores económicos comenzaron a deslizarse más claramente hacia el rojo, cerrando el año con un retroceso de 2,5% del PBI. Los sectores económicos más claramente afectados fueron los de la industria y el comercio, con decenas de miles de pérdidas de puestos de trabajo y una recesión sólo comparable a la registrada en torno al 2001.
Entre las excepciones, el sector de petróleo y gas mostró avances frente a la caída de los costos en dólares, los subsidios a la producción de shale gas y el crecimiento de la inversión en Vaca Muerta. La actividad agropecuaria se considera en vías de recuperación tras una cosecha especialmente negativa del año pasado, que este año espera un crecimiento del trigo (+5%) y la cebada (+35%), además de un incremento de las exportaciones del sector ganadero (aunque el mercado cárnico interno se encuentra en caída acelerada).
La especialista de Ecolatina concluyó afirmando que los sectores no transables (los que producen bienes y servicios exportables), que dependen del mercado interno, “transitarán un año difícil y la mayoría no logrará despegar”. Por otro lado, para los transables, “la cosecha gruesa, la mayor competitividad cambiaria y el crecimiento de Brasil les traerán un paliativo, que hacen esperar una mejor evolución en el contexto de una economía extenuada”. Pero según los economistas, la incidencia del agro en los números globales es acotada, ya que explica el 7% del PBI y representa sólo el 5% del empleo formal.
