Daer y Yasky una foto poco frecuente que logró el anuncio de los ATP

Alberto Fernández lo hizo posible. El secretario general de la CGT y el titular de la CTA, Héctor Daer y Hugo Yasky, respectivamente acompañaron al presidente a la hora de anunciar la extensión del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción en su cuarta etapa y logró una imagen que se da en pocas oportunidades.

Aunque fuera sólo por videoconferencia, estuvieron allí las dos centrales, y coincidieron en respaldar una medida que se traduce en empresas que no cierran y en trabajadores que conservan sus puestos de trabajo, problemática que ambos comparten y que ponen en jaque todas las demás cuestiones en materia de “conquistas laborales” como pueden ser las negociaciones paritarias o los aguinaldos en tiempo y forma.

El respaldo de ambos al presidente Alberto Fernández ha sido pleno desde el inicio de la gestión, más allá de una relación personal que lo vincula más con Daer que con Yasky. Sin embargo, políticamente, ambos, en iguales condiciones han estado cerca para respaldar las políticas del Gobierno principalmente en la administración de la pandemia.

Ambos secretarios generales destacaron la prórroga a la prohibición de despidos por otros dos meses y reiteraron el “amparo” que significa también la doble indemnización para aquellos que no pueden evitar ser desvinculados de las empresas. Existe en ambos casos, un reconocimiento puntual al Ejecutivo en su decisión de preservar las fuentes de empleo.

A la espera de concretar en forma tangible el “contrato social” que fuera lema de campaña y que el sindicalismo acompañó desde el minuto uno, los dirigentes, aguradan con ansiedad el anuncio de la batería de medidas que se anunciarán oficialmente, donde los trabajadores serán los destinatarios centrales.

Desde el ámbito laboral se esperan las 60 medidas que anunciará el presidente para la pospandemia

Es especialidad de Fernández, en modo “conciliador” contener expresiones diferentes que deberán convivir en tiempos de dificultades extremas como las que vienen, y dejar de lado viejas disputas y reproches como supo tener la CTA con la CGT por ciertas concesiones de la central obrera durante los primeros años del gobierno de Macri.