Daer “incondicional” a Alberto Fernández dice que CFK lo “apoyó” con su carta y busca apaciguar la CGT

El secretario general de la Confederación General del Trabajo tuvo nuevamente expresiones de apoyo “incondicional” para el presidente Alberto Fernández, de quien se consideró “amigo” aún antes de que asumiera su mandato y cuya «defensa ciega» suele hacerle pagar costos también puertas adentro de la central obrera.

Daer, se mostró una vez más a favor del acuerdo económico y social propuesto desde el Ejecutivo -planteado ya en campaña-,  donde la CGT fue uno de los actores centrales a la hora de incluir la propuesta en la plataforma electoral y consideró “que debe ser lo más amplio posible”, siempre teniendo en cuenta, agregó, que “hay intereses que siempre van a estar contrapuestos al país que pretendemos”.

Con ello, el dirigente de Sanidad “se refería a un país con inclusión, trabajo, vivienda y con dignidad”, temas de fuerte debate por éstos días, donde volvió a remarcar la necesidad de un “acuerdo de mediano y largo plazo” porque “la pobreza cada vez duele más”.

El dirigente, de tensa relación con la ex presidenta Cristina Fernández y sus hijos también se expresó sobre la última carta de CFK, publicada horas antes de cumplirse el décimo aniversario de la muerte de su marido, Néstor Kirchner y señaló que “tiene una claridad y honestidad muy grande”. Al mismo tiempo, lejos de considerarla un obstáculo para Alberto Fernández, no dudó en afirmar que “tuvo palabras de apoyo al Presidente”.

Son horas en las que central de los trabajadores atraviesa horas difíciles, pues la conducción del binomio Héctor Daer y Carlos Acuña, vive momentos del alta tensión, pese a que fueron -en parte- subsanados en la última reunión de mesa chica donde todos los presentes pudieron desahogarse.

Aún así, el desgaste propio de una gestión, ya agotada en el tiempo (pues deberían renovarse las autoridades de no ser por el Covid), sumada a la larga recesión de los últimos años macristas y el golpe de la pandemia, pusieron al sector de los trabajadores -y sus dirigentes- en uno de los lugares más complejos del mapa presente y futuro.

Los sindicalistas son conscientes de que no sólo los trabajadores deberán «re aggiornarse» a la nueva normalidad laboral,  sino también sus representantes, hoy con demandas y necesidades diversas, en un país en crisis y en un contexto donde el mercado tiende a expulsar fuerza laboral, lo que implica pelear mucho más también, y a veces, infructuosamente, por mejoras y derechos.